Empleados de funeraria alemana cometen crimen casi perfecto

NUREMBERG.- Dos empleados de una funeraria en Alemania fueron a prisión hoy condenados por haber cometido un crimen al que la propia justicia calificó de "casi perfecto".

No hay testigos, no hay cadáver, no hay rastros, ni tampoco pruebas del crimen. Durante mucho tiempo parecía el crimen perfecto.

Hasta que uno de los dos autores, abrumado por el cargo de conciencia que tenía, no resistió más y fue a la policía a confesar el asesinato. Hoy fue condenado a 13 años de prisión. Su cómplice, que sigue negando todo, puede recibir cadena perpetua.

El hecho se produjo en 2007, en una empresa de pompas fúnebres, cuando los dos empleados mataron a palos al ex dueño, al que le debían dinero por la adicción al juego que tenían. El cadáver fue incinerado en el crematorio de la funeraria con una falsa identidad de otro muerto por causas naturales.

Las cenizas fueron esparcidas en un río y los dos empleados divulgaron la versión de que el desaparecido se había fugado al exterior, aquejado por deudas.