Quieres ver tu clima local?
Mostrar
Santiago: Domingo 14 de diciembre del 2025 | Actualizado 01:55
DUBLÍN.- El obispo de Waterford y Lismore, William Lee, calificó hoy de "seriamente inadecuada" su actuación en las investigaciones sobre abusos sexuales cometidos contra menores por un sacerdote de esa diócesis del sureste de Irlanda.
En un comunicado enviado a la Radiotelevisión Irlandesa (RTE), el religioso pidió perdón por tardar dos años en trasladar a la Policía las acusaciones efectuadas por tres personas en 1993, cuando eran adultos, sobre los abusos sufridos a manos de un sacerdote, a quien no identifica.
En la nota, el obispo lamenta que no ordenase entonces la suspensión inmediata del supuesto cura pederasta de sus responsabilidades eclesiásticas, a quien, en cambio, asignaron a otra parroquia.
Lee cuenta que se reunió con los demandantes por primera vez en diciembre de 1993 y en varias ocasiones más durante el año siguiente para escuchar sus denuncias, al tiempo que indica que no se les pidió hacer votos de silencio, como ha sucedido en otros casos de maltratos.
El obispo también señala que "quedó satisfecho" respecto a la veracidad de las acusaciones gracias a las pruebas presentadas por las víctimas.
Aún así, añade, el sacerdote fue trasladado a otra parroquia después de que un informe psiquiátrico asegurase que el sospechoso podía seguir trabajando con menores sin riesgo alguno para éstos.
No obstante, Lee reconoció que su enfoque había sido "seriamente inadecuado" en octubre de 1995, cuando las autoridades eclesiásticas estaban a punto de publicar las nuevas líneas de actuación para abordar denuncias de abusos sexuales, motivo por el cual acudió a la Policía.
Seis semanas después, el sacerdote fue retirado de su ministerio, pero se desconoce de momento si tuvo contacto con menores durante los dos años que Lee retrasó la suspensión.
El obispo añade en la nota que las tres víctimas decidieron no presentar cargos contra el cura ante los tribunales irlandeses.
La confesión de Lee se produce un día después de que el Papa Benedicto XVI aceptase la dimisión del obispo de Cloyne, John Magee, por su implicación en los casos de sacerdotes pederastas.
El obispo, quien fue secretario privado de los papas Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, presentó su renuncia el 7 de marzo del año pasado, tras conocerse que retrasó las investigaciones sobre presuntos casos de pederastia denunciados en su diócesis.
