Concejales de municipio nicaragüense declaran no grato a embajador de EE.UU.

MANAGUA.- El Consejo Municipal de León, una de las tres ciudades más importantes de Nicaragua, declaró persona "non grata" al embajador de los Estados Unidos en Nicaragua, Robert Callahan, al que acusan de intervencionista y de faltar el respeto a los alcaldes sandinistas electos en los comicios de 2008.

La resolución, aprobada durante una sesión extraordinaria por los concejales sandinistas, que son mayoría, surge después de una visita de Callahan a León, situado 90 kilómetros al noroeste de Managua, donde el diplomático se negó a reunirse con el alcalde de León, el oficialista Manuel Calderón, a quien no reconoce como tal.

Los concejales sandinistas declararon no grato al diplomático por sus "reiteradas expresiones públicas ofensivas y francamente intervencionista en los asuntos internos de Nicaragua", según ese acuerdo difundido por el Gobierno de Managua.

Además le acusan de incumplir con las normas del Derecho Internacional, en particular a la Convención Diplomática de Viena.

El gobierno de Daniel Ortega ha acusado en diversas ocasiones de intervencionista a Callahan, quien se ha hecho eco de las denuncias de fraude electoral en los comicios municipales de 2008.

No se puede "lidiar ni colaborar con estas alcaldías en las cuales, para nosotros (EE.UU.) y para muchos otros, había fraude en las elecciones municipales de 2008. Entonces, en el caso del alcalde de León no puedo reunirme con él por razones ya bien conocidas", dijo Callahan a periodistas hace dos días.

Sobre Calderón, un antiguo guerrillero sandinista, el diplomático dijo que no sólo ha sido cuestionado por la forma en que ganó la alcaldía de esa ciudad, sino también por su supuesta violación a los derechos humanos.

"Durante la campaña (electoral municipal) nosotros miramos las fotografías del candidato (Calderón) con un bate en la mano" intentando golpear a opositores, recordó Callahan.

Washington suspendió una ayuda de 64 millones de dólares de la Cuenta Reto del Milenio, de un total de 175 millones de dólares, tras las cuestionadas elecciones municipales de 2008.