En Rusia, la caza del leopardo del Amur (o de Extremo Oriente) es ilegal.
AFPMOSCÚ.- Dos ejemplares de leopardo del Amur, especie al borde de la extinción del que apenas quedan 50 ejemplares en libertad en el este de Rusia, nacieron hoy en el zoológico estonio de Tallin, según anunció el director del parque, Mati Kaal.
"Todavía no se conoce el sexo. Se podrá establecer más o menos dentro de un mes, cuando los pequeños leopardos permitan la proximidad de los trabajadores del zoológico", dijo Kaal, citado en la página de la Radiotelevisión de Estonia en Internet.
La madre, "Darla", de seis años, llegó a Tallin procedente del zoológico de Berlín, mientras que el padre, "Freddy", regresó al parque de la capital estonia en 2006 tras permanecer un tiempo en Estados Unidos.
Según el director del zoológico, no se puede descartar que "Darla" dé a luz otra cría, ya que los nacimientos pueden prolongarse durante varios días.
Agregó que las crías permanecerán en el parque de Tallin hasta que cumplan los dos años, tras lo cual serán trasladadas a otros zoológicos de Europa.
El sudoeste de la región rusa de Primorie es el único lugar del mundo en el que aún se pueden encontrar ejemplares de leopardo del Amur o de Extremo Oriente.
Antes, este mamífero habitaba los bosques de Rusia, China y Corea del Norte, pero la caza furtiva, la tala de bosques y otras actividades humanas limitaron su hábitat a una zona de 400.000 hectáreas en los bosques situados alrededor del lago Jasán, en Primorie.
En estado adulto, el macho del leopardo de Amur (o de Extremo Oriente) puede alcanzar los 170 centímetros de longitud y pesar hasta 60 kilogramos.
Es la subespecie de leopardo más septentrional y la mejor adaptada a los crudos inviernos del hemisferio norte.
Estos animales, incluidos en el Libro Rojo de Rusia de especies desaparecidas o en peligro de extinción, están bajo la protección del Estado y su caza es ilegal.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Fondo Mundial para la Naturaleza financian la Reserva de Biosfera Kedrovaya en Primorie para proteger especies naturales en peligro de extinción, entre ellos el leopardo de Extremo Oriente.
