Pelegrino inició su huelga para apoyar la que realiza Guillermo Fariñas, quien lleva 43 días sin consumir alimentos ni líquidos.
EFELA HABANA.- El disidente cubano Franklin Pelegrino del Toro abandonó hoy la huelga de hambre que mantenía desde hace 38 días, mientras otros dos opositores, Guillermo Fariñas y Darsi Ferrer, siguen adelante en su ayuno, según confirmaron fuentes de la disidencia.
Una portavoz de Pelegrino, María Antonia Hidalgo, afirmó que decidió dejar la huelga de hambre que llevaba a cabo desde una vivienda particular en Holguín, en el este de Cuba, después de que otros disidentes y exiliados cubanos le pidieran que abandonara la acción y regresara a sus actividades opositoras.
Pelegrino, de 38 años y miembro de un pequeño grupo opositor llamado Partido Republicano Cubano, en el este del país, exigía la excarcelación de opositores cubanos.
Según Hidalgo, ahora Pelegrino está siendo hidratado con sueros y vitaminas, gracias a lo cual "ha recobrado algo de fuerza", aunque "todavía está bastante mal porque lo único que ha tomado hasta el momento es un jugo de manzana".
"Me alegro que lo haya hecho, porque la alternativa era la muerte. Ya con tanto tiempo que estaba, 38 días sin comer, es peligroso", afirmó por su parte el portavoz de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez.
Pelegrino inició su huelga de hambre para apoyar la que realiza Fariñas con el fin de demandar la excarcelación de 26 opositores que, según dice, se encuentran gravemente enfermos. Fariñas, un psicólogo de 48 años participante en la red de los llamados "periodistas independientes", se encuentra hospitalizado en Santa Clara, en el centro de la isla, y se niega a ingerir alimentos y líquidos desde hace 43 días.
Según Sánchez, también continúa en huelga de hambre desde el 20 de marzo en la prisión de Valle Grande el médico Darsi Ferrer, en protesta "por la mala atención estomatológica que recibe y la violación de su derecho al debido proceso, pues permanece encarcelado, sin juicio ni cargos formales, desde el 21 de julio".
El Presidente Raúl Castro aseguró el domingo que su gobierno no cederá al "chantaje" de las huelgas de hambre, y dijo que "se está haciendo lo posible por salvarle la vida" a Fariñas, pero que si no cambia de actitud será el responsable de su propia muerte.
Al mismo tiempo, acusó a Estados Unidos y Europa de haber lanzado "una de las más feroces y concertadas campañas mediáticas" contra Cuba a raíz de la muerte el pasado 24 de febrero del opositor preso Orlando Zapata Tamayo, después de 83 días en huelga de hambre.
Según la disidencia, Zapata Tamayo protestaba contra los maltratos carcelarios y exigía ser reconocido como "preso de conciencia". El gobierno cubano afirma no obstante que era un "delincuente común" y que exigía televisión, teléfono y cocina en su celda.
Organizaciones de derechos humanos hablan de más de 200 presos políticos en Cuba, pero el gobierno de Castro lo niega y asegura que todos ellos han sido debidamente juzgados y condenados por ser "mercenarios" al servicio de Estados Unidos u otros delitos.
Las autoridades rechazan también que haya presos cuyo estado de salud sea incompatible con el régimen penitenciario.
