SYDNEY.- Los golpistas que tomaron el poder en 2006 en Fiyi no podrán ser investigados por la asonada, según un nuevo decreto emitido por el régimen militar que gobierna la nación del Pacífico Sur, informó la radio neozelandesa.
El Mandatario fiyiano, Epeli Nailatikau, incluyó en la medida de gracia al Primer Ministro, comodoro Frank Bainimarama, al ex Presidente Josefa Iloilo y otras personalidades que contribuyeron a derrocar en diciembre de aquel año al Gobierno legítimo de Laisena Qarase.
Los golpistas tampoco podrán ser procesados por otras intentonas en el pasado. El decreto, con fecha 22 de marzo, también exime de cualquier responsabilidad ante la justicia a cualquier miembro de las fuerzas de seguridad que hubiera actuado bajo órdenes de sus superiores.
Sin embargo, la inmunidad no se extenderá a personas condenadas por haber participado en las asonadas, como el empresario George Speight, que lideró un golpe en 2000 y actualmente cumple una sentencia de cadena perpetua.
Nailatikau es un ex general golpista que fue designado por Bainimarama para ocupar la presidencia tras la jubilación de Iloilo y sin el beneplácito del Gran Consejo de Jefes Tribales, que tradicionalmente se ocupa de estos nombramientos pero recela del comodoro y sus acólitos.
Fiyi sufre una aguda crisis institucional desde el pasado mayo, cuando los tribunales declararon ilegal la asonada por la que Bainimarama depuso a Qarase, aunque ese fallo ya ha sido anulado.
El comodoro obligó a Iloilo a despedir a todos los jueces, suspender la Constitución, declarar el estado de excepción y devaluar la moneda el 20 por ciento para controlar las reservas de divisas, entre otras medidas de emergencia.
Los golpistas han aplazado hasta el 2014 la convocatoria de elecciones y en los últimos meses han llevado a cabo una profunda militarización de todas las instituciones del pequeño y aislado país insular del sur del Pacifico.
El dictador afirma que no habrá comicios hasta que cambie la ley electoral para reflejar la pluralidad étnica del país, dividido entre los fiyianos nativos y los de origen indio, traídos por los colonizadores británicos para trabajar en las plantaciones.