MANILA.- Cuatro policías murieron hoy, martes, y otros cinco agentes y dos civiles resultaron heridos tras una emboscada de presuntos rebeldes comunistas del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) en la localidad de Baras, a unos 30 kilómetros de Manila.
Alrededor de 20 rebeldes escondidos tras unos arbustos próximos a la carretera abrieron fuego contra los ocupantes del automóvil, detonaron una mina debajo del vehículo policial, en el que viajaban también los dos civiles heridos, y huyeron después de robar al menos nueve rifles M16.
El comandante de la Policía Leocadio Santiago anunció que el Ejército ha acudido a la zona para apoyar a la policía en la búsqueda y captura de los sospechosos.
El brazo armado del ilegal Partido Comunista de Filipinas cuenta con entre 5.700 y 7.200 combatientes regulares y en 2009 cumplió cuatro décadas alzado en armas contra las fuerzas gubernamentales, en un conflicto que causa muertes todas las semanas.
Hasta ahora, la guerrilla maoísta más antigua de Asia se ha resistido a aceptar un arreglo que no incluya compromisos en materia de reforma agraria.
Las últimas negociaciones de paz fueron suspendidas en 2004, cuando el Gobierno filipino se negó a que Estados Unidos y la Unión Europea retiraran al NEP y su plataforma política de sus listas de organizaciones terroristas.