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AUGSBURGO.- El obispo de la ciudad alemana de Ausgburgo, Walter Mixa, presentó su renuncia después de discusiones de días por el maltrato a niños de un orfanato, informó el diario "Ausgburger Allgemeine" citando a "personas confiables" del obispado.
En una carta dirigida al Papa Benedicto XVI, Mixa ofreció su dimisión al puesto del obispado de Augsburgo, así como al de capellán de las Fuerzas Armadas germanas.
Según el "Augsburger Allgemeine", Mixa, que el domingo cumple 69 años, justificó su renuncia diciendo que las discusiones públicas acerca de su persona afectaron duramente a sacerdotes y creyentes y dijo que quería abrir el camino para un nuevo inicio.
Mixa había reconocido anteriormente haber golpeado a internos del orfanato cuando era párroco.
Las víctimas hablaron de brutales golpizas, mientras que Mixa apenas reconoció un par de bofetadas.
También es acusado de haber malversado importantes sumas destinadas a una fundación que ayudaba a huérfanos cuando era párraco de Schrobenhausen, en Baviera, lo cual es actualmente investigado.