Reuters
WASHINGTON.- El Presidente estadounidense, Barack Obama, prometió ejercer un "papel activo" para intentar alcanzar una solución bipartidista que permita aprobar una reforma migratoria integral, cuyos principios fueron propuestos por senadores demócratas.
"Damos bienvenida a esa discusión y mi Gobierno ejercerá un papel activo para buscar socios en ambos lados del Congreso para hallar una solución bipartidista", declaró.
Un grupo de cinco senadores demócratas presentaron un marco legislativo para la reforma que incluye reforzar la seguridad en la frontera sur, dar la oportunidad a 10,8 millones de indocumentados de solicitar su legalización y rediseñar el programa de visas temporales.
Ese marco legislativo, que aún no tiene forma de propuesta de ley, se basa en el trabajo conjunto ejercido durante meses por un senador demócrata, Charles Schumer, y un republicano, Lindsay Graham.
Este último decidió abandonar los esfuerzos por desavenencias con el líder del Senado, el demócrata Harry Reid.
"El próximo paso crítico es delinear los detalles de un proyecto de ley", reconoció Obama.
Los legisladores republicanos más proclives a la reforma migratoria consideran que el Presidente Obama no se ha comprometido lo suficiente con ella.
El marco legislativo ahora presentado en solitario por los demócratas impone una espera de ocho años para que un migrante indocumentado pueda regularizar totalmente su situación.
El texto también propone contratar "miles" de agentes fronterizos suplementarios, y da amplias potestades para desplegar la Guardia Nacional en zonas fronterizas de ser necesario.
"La propuesta esbozada hoy (jueves) es un paso muy importante", dijo Obama.
El Gobierno anunció que estudia impugnar ante la justicia una polémica ley aprobada en Arizona que declara delito estatal la inmigración ilegal y que obliga a la policía a pedir la documentación a toda persona bajo "sospecha razonable" de que es un indocumentado.
