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Obama promete ayuda en región afectada por gran mancha de crudo

El Mandatario estadounidense viajó a Luisiana donde subrayó que el consorcio petrolero británico BP es responsable de la continua salida de petróleo y pagará por ello.

02 de Mayo de 2010 | 18:31 | DPA
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El Presidente dio una conferencia en la costa de Venice, en el Golfo de México.

Reuters

WASHINGTON/VENICE.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, catalogó hoy el derrame de crudo de una plataforma petrolera en el Estado de Luisiana como "una catástrofe natural masiva y posiblemente sin precedentes".

Al visitar el lugar del desastre, prometió que su administración continuará dando una "respuesta implacable" al derrame de crudo. "No ahorraremos recursos para limpiar cualquier daño causado", dijo en Venice, donde se coordinan esfuerzos para combatir la mancha de petróleo.

Las causas del accidente deberán ser investigadas a fondo, pero ahora lo clave es "el incansable intento" por frenar el flujo del crudo al agua. "No descansaremos hasta tanto los agujeros estén cerrados y la región esté limpia", dijo Obama tras reunirse con funcionarios estatales y federales en Luisiana.


Subrayó que el consorcio petrolero británico BP es responsable de la continua salida de petróleo y pagará por ello.

El Mandatario se dirigió hoy a Luisiana para supervisar los esfuerzos por combatir el desastre medioambiental generado en el Golfo de México como consecuencia del hundimiento de la plataforma. Tras llegar a Nueva Orleans iba a continuar su periplo en helicóptero a Venice, en la desembocadura del Misisipi, pero un clima ventoso y lluvioso lo obligó a seguir en automóvil.


Antes de su visita hubo críticas en el sentido de que el Presidente y su administración no reaccionaron lo suficientemente rápido a la catástrofe, algo que Obama rechazó, al afirmar que desde el primer día se prepararon para lo peor aunque tuvieran la esperanza de que las cosas resultaran lo mejor posible. El Mandatario retornaba esta misma noche a Washington.

La plataforma operada por BP se hundió a 1.500 metros de profundidad tras una explosión el 22 de abril cuyas causas se desconocen y desde entonces fluyen diariamente al mar unas 700 toneladas de crudo, con lo cual la mancha de petróleo se expande rápidamente.

En tanto, las autoridades prohibieron la pesca en amplias zonas del Golfo de México que quedaron expuestas al daño ecológico.

La prohibición de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica afectará durante 10 días tanto a la pesca comercial como la aficionada. El área afectada se extiende desde el delta del Misisipi, en el Estado de Luisiana, a Bahía Pensacola, en el Estado de Florida.