JERUSALÉN.- El incendio de una mezquita en Cisjordania podría entorpecer la reanudación del diálogo entre israelíes y palestinos, cuando el emisario estadounidense para Medio Oriente, George Mitchell, inició una misión para preparar nuevas conversaciones indirectas.
"El presidente Abbas condena el incendio de una mezquita en Al Lubban al Charquiya por colonos extremistas y considera que la responsabilidad incumbe al gobierno israelí porque el Ejército protege a los colonos", indicó el gabinete del líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Una mezquita ubicada en la localidad de Al Lubban al Charquiya, al norte de Cisjordania, cerca de las colonias judías de Eli, Maalé Nevona y Shilo, quedó dañada por un incendio imputado por las autoridades locales palestinas a colonos judíos.
Sin embargo, los investigadores israelíes estimaron que podría haber sido provocado por un cortocircuito.
"Este ataque criminal amenaza los esfuerzos para reactivar el proceso de paz", estimó el comunicado del presidente Mahmoud Abbas.
Se espera la reanudación del difícil diálogo palestino-israelí en los próximos días, tras el respaldo dado el sábado por la Liga Árabe a Abbas para iniciar las negociaciones indirectas, denominadas de "proximidad", bajo los auspicios de Mitchell.
Las conversaciones indirectas, en las que el emisario estadounidense hará de intermediario entre Jerusalén, Ramallá y Washington, deberían durar cuatro meses.
El Presidente estadounidense, Barack Obama, mantuvo ayer una conversación telefónica de 20 minutos sobre el tema con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
"Se han entrevistado sobre el proceso de paz y de las conversaciones de proximidad que deben iniciarse muy pronto", indicó un portavoz de Netanyahu.
Según la embajada de Estados Unidos, Mitchell debía entrevistarse hoy con miembros de su equipo.
Mañana se reunirá con Netanyahu y el viernes con Abbas en Ramallá, en Cisjordania.
Abbas se encuentra también de gira regional, hoy en Arabia Saudita y mañana en Egipto, donde se entrevistará con el Presidente de ese país, Hosni Mubarak, antes de volver a Ramallá.
Ayer, Netanyahu también tenía previsto reunirse con el Presidente Mubarak en Sharm el Sheij junto al mar Rojo.
Los dos dirigentes "examinaron los últimos desarrollos así como los esfuerzos egipcios e internacionales para preparar el terreno para las conversaciones indirectas entre palestinos e israelíes con vistas a una solución de dos Estados", indicó simplemente la agencia de prensa egipcia Mena.
Los palestinos todavía deben dar oficialmente su visto bueno al lanzamiento de negociaciones indirectas durante una reunión del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) el sábado en Ramallá.
Según los medios israelíes, Netanyahu no tiene intención de nombrar un equipo especial de negociadores para no favorecer filtraciones a la prensa. El abogado Yitzhak Molho, próximo al Primer Ministro, llevará las conversaciones por la parte israelí.
La mayoría de los comentaristas israelíes se muestran pesimistas respecto a las posibilidades de un avance diplomático.
Casi 17 años han pasado desde la firma de los acuerdos de paz de Oslo y persisten discrepancias mayores sobre asuntos clave como el trazado de las fronteras del futuro Estado palestino y el estatuto de Jerusalén.
Pese a las presiones de Estados Unidos, Netanyahu se ha negado hasta ahora a anunciar públicamente el cese de las construcciones en los barrios árabes de Jerusalén Este, cuya anexión por parte de Israel en 1967 jamás ha sido reconocida por la comunidad internacional.
La última tentativa estadounidense de reanudar un diálogo, en marzo, fracasó precisamente por motivo de un controvertido proyecto de construcción de 1.600 viviendas israelíes en Jerusalén Este.