LONDRES.- Las negociaciones entre los laboristas del Primer Ministro británico, Gordon Brown, y los liberaldemócratas para formar gobierno, fracasaron, afirman varios medios que especulan con un inminente acuerdo entre los conservadores de David Cameron y el partido de Nick Clegg.
Este anuncio allana el camino para una alianza entre los liberaldemócratas y los conservadores, ganadores de las elecciones del jueves pasado pero sin alcanzar la mayoría absoluta, que convertiría a David Cameron en el Primer Ministro británico más joven desde el siglo XIX.
Según la cadena de televisión BBC, que citó una fuente de Downing Street, las conversaciones lanzadas oficialmente ayer entre los laboristas y los liberaldemócratas "no llegarán a ninguna conclusión".
La cadena Sky News aseguró por su parte, citando también una fuente de la oficina del Primer Ministro, diciendo que las conversaciones "nunca despegaron", y precisó que los laboristas deberían "admitirlo públicamente muy pronto".
Tanto Downing Street como el partido laborista se negaron a comentar esta información.
Según Sky, el encargado de Finanzas en el partido liberaldemócrata, Vince Cable, dijo que su partido estaba "muy, muy cerca" de un acuerdo con los conservadores.
La BBC citó también una fuente del partido que tenía la llave del futuro gobierno, diciendo que el acuerdo con los conservadores era "el único posible".
Los equipos negociadores de Cameron y Clegg estaban reunidos desde las 14:00 horas locales (13:00 horas GMT). Los liberaldemócratas se habían reunido previamente esta mañana con los laboristas.
Cameron declaró esta mañana que había llegado "la hora de la decisión" para los liberaldemócratas, que tenían dos ofertas sobre la mesa.
"He hecho una oferta muy completa, muy abierta y muy razonable a los liberaldemócratas para proporcionar un gobierno estable", dijo a los periodistas, dando a entender que no iba a hacer más concesiones.
"Creo que ha llegado la hora de la decisión para los liberaldemócratas y espero que tomen la decisión correcta", agregó estimando que el país "necesita urgentemente un gobierno" para poner fin a la incertidumbre creada por el veredicto de las urnas.
Clegg, que aceptó empezar a dialogar el viernes con los conservadores, declaró por su parte que las negociaciones se hallaban en su "fase final".
"Las discusiones entre los partidos han llegado a una fase crítica y final. Estoy tan impaciente como todo el mundo de acabar con esto, de resolver la cuestión en un sentido o en otro", dijo Clegg, de 43 años, precisando poco después que esperaba una resolución "lo más rápidamente posible".
En un giro inesperado cuando parecía que conservadores y liberaldemócratas avanzaban hacia un acuerdo, Brown anunció ayer el inicio de conversaciones "formales" con los liberaldemócratas.
Para facilitar un posible pacto que impidiera llegar al poder a los conservadores, Brown agregó que abandonaría el cargo de líder del laborismo antes de septiembre, abriendo inmediatamente la guerra por su sucesión.
Los conservadores, que denunciaron esta maniobra para hacer una "coalición de perdedores", no tardaron en presentar su contraoferta al pequeño partido de tendencia centrista progresista.
Uno de los negociadores, William Hague, ofreció anoche "en un gobierno de coalición, la celebración de un referéndum sobre el sistema de voto alternativo", una pequeña modificación del anticuado sistema electoral vigente que los liberaldemócratas han prometido modificar.
Según la prensa, los conservadores también les ofrecieron cargo de ministro.
A pesar de las grandes diferencias existentes entre sus programas, la aritmética favorecía un pacto de los liberal demócratas con los conservadores, que obtuvieron 306 escaños -20 menos que la mayoría absoluta--, porque juntos dispondrían de un grupo mayoritario en el Parlamento.