El Pontífice también oró por su predecesor, Juan Pablo II.
AFPFÁTIMA.- El Papa Benedicto XVI fue aclamado hoy por una muchedumbre en el santuario de Fátima, donde el Pontífice suplicó a la Virgen para que la Iglesia no ceda a las "seducciones del mundo".
En la Capilla de las Apariciones, el Papa invocó su ayuda, "para que no falten vocaciones, para que no cedamos al egoísmo, a las seducciones del mundo y a las tentaciones del maligno", dijo.
El Pontífice llegó a Fátima para celebrar el décimo aniversario de la beatificación de los pastorcillos Francisco y Jacinta Marto, y conmemorar las apariciones de la Virgen en 1917.
En el emblemático santuario, donde fue vitoreado a su paso en papamóvil por cientos de miles de peregrinos y creyentes de todas las nacionalidades, oró en el mismo lugar donde, según la tradición, la Virgen se les apareció a tres pastorcitos el 13 de mayo de 1917.
Arrodillado ante la estatua de María, el Papa rezó también por su predecesor, Juan Pablo II, quien visitó tres veces el santuario y donó a la Virgen la bala que le extrajeron tras el atentado sufrido el 13 de mayo de 1981.
"Es motivo de profunda consolación para nosotros saber que has sido coronada no sólo con el oro y la plata de nuestras alegrías y esperanzas, sino también con la 'bala' que simboliza nuestras preocupaciones y sufrimientos", invocó el Papa.
El fallecido Pontífice estaba convencido de que la Virgen de Fátima le había salvado la vida tras el grave atentado sufrido en la plaza de San Pedro en 1981, precisamente un día 13 de mayo, el mismo día de la primera de las apariciones marianas.
La jornada del Papa, que incluyó el rezo de Vísperas con sacerdotes y diáconos a los que invitó a ser "leales" a su vocación, se concluyó con un sentido pedido a la Virgen.
"Que tu presencia haga florecer el desierto de nuestras soledades y brille el sol sobre nuestra oscuridad, que regrese la calma tras la tempestad", rogó al término de la ceremonia.
Mañana, Benedicto XVI celebrará la segunda misa multitudinaria en la explanada del santuario y, por la tarde, se reunirá con los obispos portugueses.
Ésta es la quinta visita de un Papa a Fátima tras la realizada por Pablo VI en 1967 y las tres de Juan Pablo II en 1982, 1991 y 2000.