Brasil ''es un país amigo que quiere ayudar a otro amigo a evitar que ocurra algo peor'', dijo el Mandatario brasileño.
AFP.BRASILIA Y TEHERÁN.- El Presidente brasileño Luiz Lula da Silva, que hoy, sábado, discrepó con la secretaria de Estado Hillary Clinton sobre la crisis nuclear en Irán, iniciará mañana su primera visita a Teherán, en la que procurará persuadir a su colega Mahmud Ahmadinejad de entregar uranio a Turquía.
Clinton expresó ayer sus dudas sobre el éxito de de la mediación de Lula. Consultado sobre la opinión de la funcionaria estadounidense el Mandatario sudamericano dijo este sábado: "no sé con base en que las personas dicen eso".
Ayer, Lula dialogó, en Moscú, con el mandatario ruso, Dimitri Medvedev, y aseguró que hay un 99% de posibilidades de que sus gestiones en Teherán logren un resultado positivo. Medvedev, en cambio, opinó que las chances de que Lula logre resolver el impasse son del 30%.
En tanto Lula formuló hoy una crítica a Barak Obama, sin citarlo por su nombre, al decir que "todos los Presidentes que son miembros permanentes (del Consejo de Seguridad de ONU) deberían tratar de realizar todas las conversaciones posibles" para buscar una solución a la crisis nuclear.
Brasilia se opone a las sanciones contra Irán impulsadas por Washington en el Consejo de Seguridad de la ONU, por considerar que éstas no resolverán el litigio, sino que lo agravarán. "En esta hora no existe un límite de tiempo para las conversaciones", aseveró.
Mientras Washington sostiene que Irán ambiciona fabricar una bomba y merece ser sancionado, el Mandatario sudamericano opina que esa medida pueden dar paso a una aumento de la tensión y se corre el riesgo de crear un escenario similar al que precedió a la guerra norteamericana contra Irak, en 2003.
Brasil "es un país amigo que quiere ayudar a otro amigo a evitar que ocurra algo peor, que puede ocurrir si no hay una decisión de Irán de firmar un acuerdo con la agencia nuclear (Agencia Internacional de Energía Atómica)" declaró en Doha.