WASHINGTON.- British Petroleum insertó un tubo en la principal fuga de crudo en el suelo del Golfo de México, según informó hoy, al tiempo que se han descubierto enormes columnas de petróleo bajo la superficie que amenazan la vida marina.
Durante la madrugada de hoy los expertos de la compañía lograron colocar el tubo en el agujero, a unos 1.600 metros de profundidad, y capturar petróleo y gas, que fue conducido al buque Discoverer Enterprise.
El barco, que es capaz de separar el crudo, el agua y el gas, almacenó el petróleo recogido y quemó el gas.
Sin embargo, el mecanismo paró de funcionar cuando el conducto se salió de su sitio al enredarse algunos de los cables usados en la operación, que es la primera vez que se realiza a esa profundidad.
"Los técnicos han inspeccionado totalmente el sistema e insertado de nuevo el tubo”, afirmó en un comunicado el equipo del Gobierno y la compañía encargada de encontrar una solución al vertido.
Se trata de la primera vez en casi un mes que BP ha logrado capturar parte del vertido, después de que fallaran otros intentos, incluida la colocación de una enorme caja de acero y cemento sobre la fuga.
BP lleva desde el viernes intentando poner el tubo en la principal fuente de crudo, con el cual pretende capturar las tres cuartas partes del vertido.
La cañería, de unos 10 centímetros de diámetro, está siendo colocada mediante robots submarinos, los cuales también instalarán un sistema para inyectar metanol en la fuga.
El objetivo es prevenir la formación de cristales de gas, los cuales podrían impedir el flujo de los hidrocarburos a la superficie.
BP también está usando productos químicos en la fuente del crudo para diluirlo en pequeñas gotas, lo que facilita su absorción por microorganismos marinos.
Doug Suttles, jefe de operaciones de la compañía, dijo el sábado en una rueda de prensa que el procedimiento “parece estar funcionando”, puesto que se ha reducido el volumen de crudo en la superficie.
Sin embargo, un grupo de científicos aseguró hoy que ese procedimiento puede haber dado lugar a las enormes columnas de petróleo que han encontrado bajo la superficie del Golfo de México, al retrasar el ascenso del petróleo a la superficie.
Las columnas no son visibles en las imágenes de satélite que ha usado el Gobierno para evaluar el volumen de petróleo que sale del pozo, lo que podría indicar que el vertido es mayor que lo calculado oficialmente.
Una de esas acumulaciones de crudo tiene una extensión de 16 kilómetros de largo por 5 kilómetros de ancho, según los expertos, que trabajan desde el buque de investigación Pelican.