Periodista francés publica libro que cuestiona seguridad de aviones de Air France

PARÍS.- A un año de la tragedia del Airbus AF447 Río-París que dejó 228 muertos, un libro de un periodista francés en venta desde hoy en Francia pone en tela de juicio la seguridad en los aviones de esa compañía aérea.

Air France tiene que llevar a cabo una "verdadera revolución cultural" si quiere evitar un nuevo accidente, afirma el periodista Fabrice Amedeo -del diario francés "Le Figaro"- en "La face cachée de Air France" ("La cara oculta de Air France"), en el cual denuncia "estadísticas de seguridad indignas para el nivel" de la aerolínea francesa.

"Air France tiene una flota de aviones ultramoderna, pilotos que figuran entre los mejores del mundo pero (...) las estadísticas de seguridad de una compañía de segunda categoría", debido a dos catástrofes mayores en una década, el accidente del Concorde, el 25 de julio de 2000 (113 muertos), y la desaparición del vuelo Río-París el 1 de junio de 2009, afirma Amedeo.

"El problema no es al parecer técnico sino cultural", dice el periodista antes de explicar: "La gestión social practicada durante una década y un cierto laxismo tiene una parte de responsabilidad en esta realidad".

Según una clasificación citada en el libro, incluso antes del accidente Río-París, Air France estaba en el 21º lugar en Europa y en el 65º del mundo en cuanto a nivel de seguridad, lejos detrás de sus principales rivales europeas, British Airways y Lufthansa, que ocupan el primer y segundo lugar.

"La seguridad de la compañía responde a los estándares más exigentes de la industria aeronáutica internacional", respondió inmediatamente Air France en un comunicado.

"Es cierto que Air France registró tres accidentes en diez años", indicó Pierre Sparaco, de la Academia del Aire y del Espacio, pero "una estadística basada en tres episodios en diez años, no es una estadística", subrayó.

A los dos accidentes anteriores, se suma el de un Airbus A340 en Toronto en 2005 que provocó unos 40 heridos.

Respecto de sondas Pitot (sensores de velocidad) defectuosas, consideradas una de las causas de la catástrofe del vuelo Río-París, Amedeo no duda en hablar de "desperfecto colectivo" pues tiene en cuenta los incidentes ya señalados en esos instrumentos de medición de la velocidad.

El periodista francés asegura que ese accidente podría haber sido evitado si la compañía hubiera equipado sus aparatos con un sistema de pilotaje de auxilio llamado "BUSS", como lo hizo Lufthansa a partir de 2008.

"La dirección de material de Air France se negó a instalar esos equipos, solicitados por numerosos pilotos, argumentos que no eran fiables", afirmó.

Amedeo revela además que el aterrizaje fallido en Toronto hace cinco años estuvo a punto de repetirse en Tokio en 2009, una repetición "sintomática de una compañía que no aprende de sus errores", considera.

Para el autor, varios factores intervienen en el cuadro general: "gestión deficiente", ausencia de una "cultura de sanción", "pilotos intocables" (...) Air France es una compañía donde el "cuestionamiento es estructuralmente imposible y donde a veces no se adoptan decisiones de sentido común".

El portavoz del sindicato ALTER, el gremio mayoritario de pilotos de Air France, Christophe Pesanti rechazó el argumento sobre la ausencia de sanciones.

"Tres comandantes de a bordo fueron despedidos desde diciembre", replicó antes de subrayar que su sindicato "reclama una reforma en la seguridad de los vuelos desde hace cinco años".

A raíz del accidente Río-París, Air France puso en marcha este año un plan para mejorar la seguridad en los vuelos, pero "por el momento", sólo los pilotos son concernidos por el cambio, lamentó Pesanti.