SHANGAI.- El arquitecto colombiano Simón Vélez, uno de los pioneros mundiales en el uso de bambú, aseguró hoy que un terremoto similar al ocurrido en Chile el 27 de febrero pasado, mataría a "millones de personas" en Colombia, por las deficiencias en las construcciones.
"Faltan varios terremotos muy fuertes en zonas donde construimos muy mal y abusamos del concreto (hormigón)" para que se tome conciencia de la necesidad de buscar materiales de construcción alternativos resistentes a los movimientos sísmicos, se lamentó Vélez.
Según el arquitecto, es necesario que haya "una cultura de supervivencia" que empiece a trabajar con materiales flexibles, como el bambú, que Vélez describe como "un buen bote en un oleaje" porque es "sismoindiferente", ya que "abusar del concreto es un suicidio cultural".
"En los países en desarrollo como Colombia, la autoconstrucción es el 80 ó 90 por ciento de lo que se construye, y todo se construye en concreto", señaló el arquitecto.
Sin embargo, estas estructuras "son hechas sin ningún código de construcción, sin ninguna medida de seguridad, a muy bajo costo", lo que "en un terremoto va a tener unas consecuencias apocalípticas".
"Chile es un país mucho más serio que Colombia, entonces construyen mucho mejor, por eso hubo tan pocas víctimas en este último terremoto", explicó el arquitecto.
"Unas estructuras bien construidas en concreto aguantan un terremoto como el de Haití (de 7,3 grados, con más de 200.000 muertos), pero uno como el de Chile (8,8 grados), aún lo bien construido lo tumba", aseguró Vélez.
Sin embargo, el hormigón sigue siendo el material más usado y, en opinión de Vélez, no hay voluntad de cambiar el modelo de construcción.
"Tenemos (en Colombia) bosques enormes de bambú, pero lo odiamos porque tiene el estigma de la pobreza, de que solamente la gente muy pobre usa el bambú", explicó Vélez, que afirmó que "lo que hay que hacer es demostrar que es simplemente un material de construcción".
A pesar de todo, su país es pionero en aceptar de forma oficial el bambú como material de construcción, aunque tampoco fue fácil lograrlo.
"En Colombia copiamos el código de construcción de Los Ángeles (EE.UU.), que es muy estricto, y allá no hay bambú. Entonces, los traductores de esto, que son ingenieros que hablan muy buen inglés, al ver que no aparecía la palabra 'bambú' en ese código, tomaron la iniciativa muy colombiana de prohibirlo", explicó Vélez.
El arquitecto usó su "prestigio personal" y el Premio Príncipe Claus de Holanda que ganó en 2009 para lograr que el propio Presidente Álvaro Uribe interviniera para crear un código especial para el bambú, que redactó el propio Vélez.
Ganó el premio, que se concede a personas y organizaciones que sobresalen en el campo de la cultura en países en desarrollo, por "desafiar las tendencias arquitectónicas predominantes e impulsar el potencial constructivo del bambú", según su jurado.
"Hay que tener una dieta equilibrada de minerales y vegetales en la construcción", en la que se combine la flexibilidad de las maderas o el bambú y la resistencia al fuego del cemento o de la piedra, aseguró Vélez.
El arquitecto reconoce que el bambú es aún un desconocido, ya que "pertenecemos ahora a una especie de colonialismo botánico, porque en Europa no hay bambú", por lo que no está estandarizado su uso para la construcción, como el de la madera, y tampoco se usa en los países en los que crece, como los asiáticos.
Para que el bambú se popularice, Vélez opina que "tiene que entrar en el circuito de la sociedad de consumo, que se basa en la moda" y que la gente lo vea, primero, "como un material bello", para después descubrir "sus otras cualidades".
Entre ellas, Vélez destaca su gran resistencia en relación a su ligero peso, y su estructura, con el interior de aire y el exterior duro.
El arquitecto se encuentra estos días en Shangai para asistir al congreso anual de la Red Internacional de Bambú y Ratán (INBAR), que se celebra en el marco de la Exposición Universal, cuyo tema es "una ciudad mejor, una vida mejor".
Vélez, que diseñó con bambú el pabellón de la organización Zeri en la Expo de Hannover 2000, fue el asesor para crear la mayor cúpula del mundo sostenida por bambú, en el pabellón de la India en Shangai 2010.
Los responsables indios "pensaban en una estructura de concreto y acero, y poner bambú como elemento decorativo, pero les logré convencer de que lo hiciéramos totalmente en bambú", explicó.