Berlusconi descarta abandonar la política cuando concluya la actual legislatura

ROMA.- El Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, no tiene intención de abandonar la política cuando concluya la actual legislatura en 2013 y asegura que estará al frente del país con toda su energía hasta que los italianos así lo quieran.

En una entrevista para el próximo libro de su amigo Bruno Vespa, "Nel segno del Cavaliere” ("En el signo del 'Cavaliere'"), de la que hoy se adelantan algunos extractos, Berlusconi, de 73 años, lamenta el odio que ciertas personas le tienen, algo que le "duele" porque él -dice- no es ningún dictador, ni ha hecho daño a nadie.

"Hasta que los italianos me quieran al frente, a su lado para luchar en nombre de la libertad y de la democracia, mi deber es responder a tanta confianza dedicándome a esto con toda mi energía", afirma el político en el libro, en el que rechaza la posibilidad de una retirada tras su actual mandato.

"Creo haber comprendido el empuje desde abajo de nuestra gente, de nuestro pueblo, antes y mejor que otros. Los italianos me dan muestras de ello continuamente, incluso más allá de los números del resultado electoral de nuestro movimiento, como demuestran todos los sondeos", agrega.

Berlusconi se siente "dolido" por la "aversión, incluso, el odio" contra él y su Gobierno y que propició, junto a las acusaciones de "dictador" que se han lanzado contra su persona, que fuera agredido, según él, al término de un mitin en Milán en diciembre pasado.

"No existe un sólo italiano, uno sólo, que pueda decir que ha sufrido algún daño por mi parte o por mi Gobierno, salvo los mafiosos", comenta el Primer Ministro.

"Yo no he insultado nunca a ningún exponente político. Soy una persona abierta y cercana y, a cambio, ¿qué recibo? Una cantidad increíble de odio", añade.

El Primer Ministro insiste además en su apuesta por el sistema presidencialista de tipo francés para el Estado italiano y asegura que Italia necesita que su jefe de Gobierno tenga más poder.

"Forma parte de la reforma de la segunda parte de la Constitución que tenemos en programa, una reforma necesaria para hacer eficaz e incisiva la acción del Gobierno, dotando al Primer Ministro de poderes que hoy no tiene, poniéndolo al mismo nivel de sus colegas de todo el mundo", dice Berlusconi.

"Sólo de este modo el Primer Ministro tiene un poder real de guiar la política de su Gobierno. Sería un paso fuerte, pero no quiero crear problemas con la oposición y por eso no insisto mucho", afirma.