PRAGA.- Partidos de centroderecha de República Checa, que favorecen recortes presupuestarios para evitar una crisis similar a la griega, derrotaron el sábado a los izquierdistas en elecciones y se aprestaban a formar un Gobierno que podría dar pie a profundas reformas económicas.
El resultado podría finalizar un año de incertidumbre en que un gabinete interino intentó gobernar el país a través de una crisis económica luego de que un Gobierno de centro-derecha colapsara en medio del mandato de Praga en la presidencia rotativa de la Unión Europea.
Aunque las conversaciones de coalición, que incluían a un nuevo partido de centro, podrían ser difíciles, el resultado eliminó virtualmente las posibilidades de un estancamiento.
Los inversionistas se inclinan hacia un Gobierno fuerte que nutra al país perteneciente a la UE y la OTAN mediante una naciente recuperación, luego de una contracción del 4,1% en la economía durante el año pasado.
El líder de campaña de los demócratas cívicos Petr Necas, quien había dicho que la izquierda llevaría a los checos a la bancarrota nacional, dijo que buscaría "un Gobierno de responsabilidad presupuestaria" y que su partido debería nombrar al primer ministro de cualquier coalición.
"Es una buena noticia para la República Checa que la responsabilidad le ganó al populismo, y que la izquierda checa no pudo llegar al poder (...) Es una noticia genial que le permitirá a la República Checa evitar una reiteración del escenario griego", indicó.
Con la deuda pública checa cerca del 35% del producto económico anual, la mitad del promedio de la UE, los economistas dicen que invocar a Grecia o advertir la bancarrota podría ser exagerado.
Sin embargo, concuerdan en la necesidad de reformar los sistemas de pensiones y de salud. Dicen que un gobierno de derecha es la mejor opción para la economía y que ayudará a elevar la divisa local, que cayó un 0,8 por ciento contra el euro el viernes, ante los temores de una elección inconclusa llevararía a un Gobierno débil.
El partido Demócrata Cívico propuso cuentas privadas de ahorro para el retiro, a fin de evitar una profundización del déficit en el sistema de pensiones; reducir el déficit público al nivel sugerido por la UE del 3 por ciento del PIB para el 2012, desde el 5,9% del año pasado, y recortar los beneficios sociales y reformar los sistemas de bienestar y salud.