KANDAHAR, AFGANISTÁN.- Una bomba mató el sábado a un policía e hirió al menos a 14 civiles, cinco de ellos niños, al explotar afuera de la oficina del gobernador provincial en la ciudad de Kandahar, dijeron funcionarios.
La situación de seguridad se está deteriorando en la ciudad más grande del inestable sur del país, que además es el corazón espiritual del Talibán.
La OTAN prepara allí una ofensiva importante que se considera clave para combatir a la insurgencia.
El gobernador no estaba en su oficina cuando ocurrió el atentado, que se produjo al día siguiente de la conferencia nacional de paz en Kabul que reforzó los planes del presidente Hamid Karzai de intentar negociar con el Talibán para dar fin a una guerra de casi nueve años.
Los explosivos fueron atados a una bicicleta dejada afuera del predio donde el gobernador vive y trabaja, dijo el jefe de policía de la ciudad Sardar Mohamed Zazai.
El estallido se produjo cerca del mediodía.Cuatro de los heridos estaban en estado crítico, dijo el vocero del gobernador Zulmai Ayubi.Nadie se atribuyó el atentado de inmediato, pero los sospechosos más probables son insurgentes del Talibán.
La insurgencia islamista de línea dura fue derrocada en el 2001 pero se ha vuelto una fuerza militar importante.
Sus líderes dijeron que seguirán combatiendo y no negociarán hasta que las fuerzas extranjeras salgan del país, lo que Karzai no se puede permitir en momentos en que se multiplican los ataques.
Los funcionarios estadounidenses afirman que los líderes talibanes no quieren negociar porque sienten que están ganando la guerra.
