Al retirarse, el Primer Ministro italiano se despidió con la mano en alto.
REUTERSROMA.- El Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, provocó hoy una embarazosa situación en una rueda de prensa cuando repentinamente se marchó y dejó a un perplejo presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, solo en el estrado.
Ambos líderes acababan de terminar sus discursos cuando Berlusconi dijo a los periodistas que le dirigieran las preguntas a Zapatero, dio las gracias afectuosamente a su invitado, le estrechó la mano y después se fue, con el brazo en alto.
"Dejo a mi amigo José Luis con las preguntas de los periodistas españoles, sobre todo, espero, sobre la visita del Papa y lo saludo como se saluda a un santo porque habiendo apenas recibido la bendición del Papa está en estado de gracia", dijo Berlusconi mientras abandonaba la sala.
Después de quedarse solo ante la prensa, Zapatero sonrió y miró fijamente hacia la dirección de Berlusconi para finalmente bajar del estrado unos momentos después.
El presidente del Gobierno español volvió un poco más tarde para enfrentarse solo a las preguntas de los periodistas, aunque la confusión sacó la conferencia de prensa de la transmisión en vivo y directo en al menos uno de los principales canales de noticias.
Portavoz de Berlusconi: Fue un "acto de cortesía"
Tras el impasse, el portavoz de Berlusconi, Paolo Bonaiuti, aseguró que no existe "ninguna intriga, ningún misterio" en la salida anticipada del Primer Ministro italiano de la conferencia de prensa.
En un comunicado, Bonaiuti calificó la ausencia de Berlusconi durante la última parte de la comparecencia como un "acto de cortesía", para dar la posibilidad a Rodríguez Zapatero de llevar a cabo su propia conferencia de prensa sobre su viaje a Roma.
"En la continua obsesión de encontrar siempre y de cualquier modo algo extraño, algunas agencias de prensa hoy superaron lo inverosímil. Al término de un muy cordial coloquio entre el presidente (Rodríguez) Zapatero y el presidente Berlusconi, los dos comparecieron, como estaba previsto, en una sala para hacer algunas declaraciones a la prensa", aseguró el portavoz de Berlusconi.
"Tras las declaraciones, el presidente del Gobierno como un acto de cortesía, dejó la sala para dar posibilidad al invitado a desarrollar de modo autónomo la rueda de prensa sobre su visita romana. Ninguna intriga, ningún misterio. Ninguna ruptura de quién sabe qué protocolo", prosiguió.
Las imágenes de Berlusconi abandonando su atril tuvieron una gran repercusión mediática, sobre todo ante el gesto de sorpresa de Rodríguez Zapatero que daba muestras evidentes de que no sabía que el Primer Ministro lo iba a dejar solo en la sala.
El portavoz de Berlusconi explicó que, una vez que Rodríguez Zapatero respondió solo a las preguntas de la prensa dirigidas exclusivamente a él, el presidente español volvió al estudio del Primer Ministro italiano para "un ulterior y afectuoso coloquio".
"Finalmente, el presidente Berlusconi acompañó a su invitado al patio y lo despidió calurosamente. Bastará tomar informaciones de las dos delegaciones para constatar cómo ninguna sombra afectó al encuentro y, es más, se registró un acuerdo total de puntos de vista", afirmó Bonaiuti.