LIMA.- El misterio continúa rodeando hoy el paradero de una avioneta con nueve ocupantes que ayer fue secuestrada cuando sobrevolaba las Líneas de Nazca en Perú, al parecer por narcotraficantes que la habrían llevado a la selva amazónica de Brasil o Bolivia, según autoridades locales.
Seis hombres y una mujer son sindicados como los autores del secuestro en pleno vuelo, en el cual obligaron al piloto y copiloto a enrumbar hacia al sudeste, posiblemente a Brasil o Bolivia, según la hipótesis que manejan las autoridades y la empresa propietaria de la nave.
"No se trata de ningún accidente aéreo. Por el contrario, todo hace presumir que es un secuestro", afirmó Jorge Dávila, gerente general de Aerodiana, propietaria de la avioneta Cessna Grand Caravan, la más moderna que operaba en Nazca, 460 kilómetros al sur de Lima.
Los presuntos piratas aéreos arrendaron la aeronave utilizando identidades y documentos falsos, y la abordaron para el tradicional sobrevuelo turístico que se realiza sobre los enigmáticos geoglifos.
Inicialmente se pensó en un accidente, pero con el paso de las horas y tras una infructuosa búsqueda aérea, las autoridades entraron en sospechas de un acto de piratería.
"Existe un 99% de posibilidades de que la desaparición de la nave sea un secuestro y que detrás de ello esté el narcotráfico", señaló ayer Jorge Beleván, vocero de la empresa.
Esta hipótesis cobró mayor fuerza cuando la señal emitida por el teléfono móvil del piloto Francisco Curto fue detectada en la provincia de Sandia, departamento de Puno, fronteriza con Bolivia, y cercana también a Brasil, informó el jefe de la policía de Puno, general Javier Sanguinetti.
Paralelamente, pobladores de comunidades nativas de esa provincia alertaron a la policía sobre una avioneta que pasó por el lugar en vuelo rasante y que tomó ruta hacia Brasil.
"Los servicios de búsqueda de Brasil y Bolivia han sido alertados y esperamos novedades en las próximas horas", sostuvo el gerente general, Dávila.
Desde La Paz, una fuente de la Dirección General de Aeronáutica de Bolivia informó que sus radares no han detectado ninguna aeronave extraña.
El gerente Dávila y su vocero Beleván explicaron que la avioneta Cessna tiene una autonomía de vuelo de 900 kilómetros y puede volar a poca altura, lo que le permite eludir los radares.
Ambos ejecutivos subrayaron que el aparato podría haber descendido en un aeropuerto clandestino en el cocalero Valle de los Ríos Apurímac y Ene en el sureño departamento de Ayacucho, vecino a Nazca, donde operan bandas de narcotraficantes.
Según la policía, en ese lugar podrían haber recogido a otras personas, drogas o incluso armas.
Otra hipótesis fue esbozada por Julián Palacín, presidente de la Asociación de Transportistas de Nazca, quien sostuvo que la Grand Caravan, que tiene un valor de más de dos millones de dólares, es un "bocadito" para las mafias que las venden a los narcotraficantes para sacar droga del país.
"Estos casos se han producido mucho en Brasil, con el tanque lleno esta avioneta puede volar seis horas y elevarse hasta 5.000 metros lo que le permite cruzar la Cordillera de los Andes y cruzar la frontera", aseveró.
Expertos en aeronáutica civil dijeron que el aeródromo de Nazca, muy utilizado por avionetas que realizan vuelos turísticos en la zona, incumple con medidas de seguridad elementales como tener cámaras para registrar a los turistas que llegan al lugar.
Las Líneas de Nazca, visitadas por miles de turistas anualmente, son el segundo destino turístico luego del santuario inca de Machu Picchu y la conforman 36 dibujos gigantescos trazados en la arena, como "La Araña", "El Colibrí" y "El Mono", diseñados en tiempos de la cultura preinca Paracas.