CARACAS.- El Presidente venezolano, Hugo Chávez, volvió a denunciar hoy que sectores de la oposición tienen supuestos planes de asesinarlo para con ello detener el “avance” de la "revolución” bolivariana que lidera desde hace 11 años.
Durante un acto transmitido en cadena nacional obligatoria de radio y televisión, Chávez sostuvo que la oposición venezolana “anda desesperada” porque ve “como avanza” el proceso de cambio socialistas que preconiza, y aseguró: “(por ello) andan pensando incluso, de nuevo, en matarme”.
“Hay gente buscando dinero para pagar el precio de matarme, andan desesperado buscando militares golpistas”, dijo el Mandatario, que descartó el triunfo de esos planes con el argumento de que las filas castrenses apoyan su Gobierno.
El Jefe de Estado además alertó a los presuntos conspiradores, que identificó con sectores de la oligarquía venezolana, que “si aquí se desatara la violencia ellos tienen más que perder que nosotros (los revolucionarios)”.
Chávez también defendió su proceso de cambios con el argumento de que sólo el sistema socialista permitirá el verdadero desarrollo de Venezuela, que fue “destruida” por la burguesía, que aplicó un sistema capitalista “improductivo” y “monopólico".
"Los burgueses venezolanos se acostumbraron a vivir del chorro del petróleo”, el principal producto de exportación de Venezuela, y son un “grupito de parásitos”, sostuvo el Presidente.
"¡Están obligados a quebrar el capitalismo y darle vida al socialismo!”, dijo Chávez y reiteró su exigencia a sus correligionarios a “apurar” el paso y profundizar los cambios "revolucionarios” en el país.
El Jefe de Estado ha arreciado su discurso contra el capitalismo en las últimas semanas en el marco de la campaña oficialista de cara a las elecciones parlamentarias previstas para el próximo 26 de septiembre.
La Asamblea Nacional (AN, Parlamento) está dominada por el oficialismo debido a que la oposición se retiró a última hora de los comicios de 2005.
Las próximas elecciones legislativas han sido tildadas como cruciales tanto por el oficialismo como por la oposición, ya que un cambio significativo en la correlación de fuerzas en el Parlamento marcaría el pulso de un supuesto avance o freno del proceso de cambios socialistas que Chávez lidera.