LONDRES.- El director ejecutivo de la petrolera británica BP, Tony Hayward, quien ha sido muy criticado por su gestión del vertido en el golfo de México, canceló una comparecencia prevista para hoy en Londres.
El directivo iba a hablar en una conferencia de representantes de la industria y el gobierno, pero anuló su asistencia porque se encuentra muy ocupado por la crisis del vertido, según un portavoz de BP.
La comparecencia era la primera pública de Hayward en el Reino Unido desde la explosión de la plataforma "Deepwater Horizon" en abril, en la que murieron 11 personas.
Desde entonces BP enfrenta una grave crisis y deberá hacer frente a un fondo de compensación de 20.000 millones de dólares (unos 16.000 millones de euros).
El portavoz de BP se negó a comentar versiones de prensa según las cuales la empresa está considerando un plan de rescate de varias etapas.
La compañía anunció que en los próximos 12 meses venderá activos por valor de 10.000 millones de dólares para obtener efectivo para el fondo.
El "Financial Times" señala, sin embargo, que la suma será de 20.000 millones de dólares.
Por su parte, el alemán "Handelsblatt" afirma que se está analizando vender la participación que BP tiene en la rusa Rosneft, así como yacimientos de gas de fuentes no convencionales y pequeñas participaciones en proyectos petroleros en el golfo de México.
Todo indica que por ahora la compañía no quiere deshacerse del negocio muy rentable en el mar del Norte, la industria de las refinerías y la cadena de gasolineras Aral.
"El negocio del mar del Norte es muy importante para nosotros" y no hay motivos para venderlo, comentó al "Handelsblatt" el director de marketing Iain Conn.
Los medios señalan que BP planea además emitir acciones por valor de 10.000 millones de dólares, si bien no de forma inmediata. La firma pedirá asimismo 20.000 millones de dólares en créditos.
Las acciones de la empresa siguieron bajando hoy en Londres, donde cayeron por la mañana un dos por ciento, después de que 11 estados norteamericanos señalaran que harán a BP responsable de cualquier daño relacionado con la catástrofe ecológica frente a las costas estadounidenses.
