''Espero que (Banier) siga siendo mi amigo'', dijo Bettencourt.
AFPPARÍS.- La multimillonaria Liliane Bettencourt, heredera de la firma de cosméticos L'Oréal, afrontó hoy, viernes, en la televisión gala la polémica en torno al control de su fortuna y rechazó haber sufrido presiones para deshacerse de parte de ella.
La anciana de 87 años aseguró que Jean-François Banier (63), el artista y fotógrafo al que Françoise Bettencourt-Meyers, la hija de la mayor fortuna de Francia, acusa de aprovecharse de su madre para obtener regalos valorados en cerca de 1.200 millones de dólares, no le ha presionado.
"Espero que siga siendo mi amigo", declaró Bettencourt, una mujer con problemas de audición a la que la entrevistadora planteó preguntas breves y en un tono alto, a las que ella respondió de manera breve y, en ocasiones, con palabras difícilmente comprensibles.
La anciana heredera respondió con un escueto "claro que tenemos muchos asuntos en el extranjero" cuando se le preguntó en la entrevista televisada -grabada hace dos días- por presuntas actividades ocultas al Fisco francés.
La defensa de su hija alega que la anciana heredera de L'Oréal no está en condiciones de administrar su fortuna, calculada en US$23.670 millones y que por ello ha sido manipulada por Banier, razón por la cual exige que se le imponga una tutela.
El proceso abierto el jueves contra Banier fue pospuesto sin fecha de reanudación porque el tribunal estimó que necesita tiempo para examinar el contenido de grabaciones de conversaciones privadas aportadas por la hija de Bettencourt y en las que se apunta la existencia de presuntos delitos fiscales.
El tribunal debe establecer si es competente para seguir con el caso, puesto que las revelaciones contenidas en esas grabaciones pueden obligar a abrir un proceso penal, y no civil, como el abierto en esa instancia.