BOGOTÁ.- La Iglesia Católica colombiana anunció hoy, lunes, que congela su labor mediadora ante las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para lograr la liberación de rehenes hasta que el nuevo Gobierno, que asumirá el próximo 7 de agosto, defina cuál debe ser el papel de la institución en esas gestiones de paz.
"Estamos esperando al nuevo Gobierno, a que nos autorice a entrar en conversaciones", explicó a los periodistas el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Juan Vicente Córdoba, al comienzo de una asamblea en la sede de esa entidad en Bogotá.
Córdoba remarcó que "nunca la Iglesia hace una mediación sin permiso del Gobierno" y, por tanto, se determinó detener cualquier acercamiento con las FARC hasta que asuma el Presidente electo del país, Juan Manuel Santos, quien sustituirá al actual Mandatario, Álvaro Uribe, a partir del 7 de agosto.
Sobre Santos, el secretario general de la CEC comentó que lo ha visto "flexible", "dialogante" y "abierto a comenzar de cero" las comversaciones con las FARC, "con disposición a hacer un nuevo camino".
La senadora opositora colombiana Piedad Córdoba, mediadora ante la guerrilla, y el obispo de Magangué, Leonardo Gómez, reafirmaron la semana pasada su voluntad de "seguir trabajando en la búsqueda de la libertad de los secuestrados y la paz".