BELGRADO.- El anuncio del gobierno de Kosovo de que desplegará unidades especiales de su policía en la zona norte del país, de mayoría serbia, es para Belgrado "una amenaza abierta de guerra", según criticó el presidente Boris Tadic, informan hoy medios locales.
"Las declaraciones belicosas y otras provocaciones amenazan la frágil paz y la estabilidad en el norte de Kosovo", dijo.
El gobierno de Pristina es responsable "de las consecuencias catastróficas de esa amenaza".
El gobierno de Kosovo anunció el despliegue de unidades especiales para prohibir eventuales protestas de la mayoría serbia que allí reside. Pristina abrió su primera oficina del gobierno en el norte y ahora quiere instalar también juzgados, así como organizar elecciones.
Hasta la fecha el gobierno de Kosovo no tenía ningún tipo de influencia en el norte, controlado completamente por Serbia. En Kosovo la población está integrada por un 90 por ciento de albaneses, mientras que los serbios son una minoría del diez por ciento.
Kosovo se escindió oficialmente de Serbia hace dos años declarando unilateralmente su independencia. En total, 69 países han reconocido hasta la fecha al más joven de los Estados europeos. Entre ellos figuran Estados Unidos, Canadá, Japón, Turquía o Arabia Saudí.
Serbia sin embargo quiere recuperar su antigua provincia y ha presentado una demanda ante el Tribunal Intenracional de La Haya.
En 1999, las bombas de la OTAN detuvieron a los militares serbios y a los paramilitares que expulsaron de forma violenta a unos 800.000 albaneses de Kosovo. Hasta su independencia, esta región en el corazón de los Balcanes estuvo bajo administración de la ONU