Edición del ''Jornal do Brasil'' cuando el buque Escuela Esmeralda visitó el país.
La SegundaRÍO DE JANEIRO.- El "Jornal do Brasil", uno de los periódicos más tradicionales del país, con 119 años de historia, dejará de circular en su edición en papel el 1 de septiembre próximo y sólo mantendrá su edición en internet.
El periódico de Río de Janeiro, que llegó a ser el más influyente del país y uno de los más activos defensores de la democracia durante el régimen militar (1964-1985), ha perdido miles de suscriptores en los últimos años como consecuencia de continuos cambios en la redacción y de sus graves problemas financieros.
El "Jornal do Brasil", fundado en 1891 por monárquicos tras la proclamación de la República, llegó a vender 150.000 ejemplares diarios en sus mejores tiempos, pero últimamente su circulación cayó a 21.000.
El controlador del periódico, el empresario Nelson Tanure, anunció el fin de la edición impresa en un aviso de dos páginas publicado hoy, miércoles, en el periódico.
"Coherentes con su tradición de pionero y moderno, el Jornal do Brasil de nuevo se ubica al frente de su tiempo y, a partir del 1 de septiembre de 2010, se convertirá en el primer periódico 100 por ciento digital de Brasil", según el anuncio.
El mensaje recuerda que el diario fue el primero de Brasil en ser publicado en internet, ya que su edición en la red existe desde 1995, y no hace mención a los problemas financieros.
La dirección del periódico aseguró que los lectores del diario, consultados sobre la decisión, la aprobaron y podrán pagar 9,90 reales (5,6 dólares o más de 3 mil pesos chilenos) mensuales para tener acceso a la edición en internet.
Según versiones de prensa, el cambio de formato permitirá que la empresa realice un significativo recorte en la plantilla, actualmente compuesta por 180 empleados, 60 de ellos en la redacción, que hace una década tenía 240 periodistas.
Las mismas versiones indican que la deuda del "Jornal do Brasil" asciende a cerca de 800 millones de reales (455 millones de dólares), en su mayoría fiscales y laborales.
La crisis financiera ya había obligado a los antiguos dueños a alquilarle la marca en 2001 a la Compañía Brasileña de Multimedia (CBM), de propiedad de Tanure y que controla otros medios.
