NUEVA YORK.- Cinco semanas tras los sangrientos enfrentamientos registrados en Kirguistán, Naciones Unidas señaló hoy en Nueva York que aún 75.000 de las 300.000 personas que huyeron no han regresado a sus hogares.
La gente no se atreve a regresar a su lugar de origen a raíz de la situación incierta en materia de seguridad, afirmó un portavoz del organismo internacional.
Además, muchas de estas personas perdieron sus documentos o sus viviendas, que fueron destruidas en el marco de los conflictos, destacó.
La ONU indicó que la situación en las ciudades de Osh, epicentro de los enfrentamientos entre kirguises y miembros de la etnia uzbeka, y la vecina ciudad, Yalalabad, es calmada.
"De todas formas hay decenas de puntos de control policiales y en las dos ciudades rige el toque de queda", lo que complica la situación particularmente de aquellos individuos que no cuentan con su documentación, agregó.
Además, existen rumores de que la policía increpa permanentemente a la población.
En los enfrentamientos de junio murieron alrededor de 2.000 personas. Los violentos episodios se produjeron dos meses después de que una sangrienta revuelta forzara al ex Presidente Kurmanbek Bakiyev a huir a Bielorrusia.