BERLÍN.- Algunos voluntarios intentan limpiar el petróleo que se encuentra en las plumas de los pelícanos. Otros excavan huevos de tortugas y las colocan con cuidado en cajas. Las crías deben nacer en playas limpias. Algunos habitantes se quejan porque sufren dolor de cabeza y náuseas.
Tres meses después de la explosión y hundimiento de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon" en el golfo de México, los expertos afirman: no se aprendió nada de los accidentes ocurridos en el pasado. "Pese a que las técnicas de perforación lograron rápidos avances en las décadas pasadas, no ocurrió lo mismo con el manejo de las catástrofes petroleras", sostuvo Arne Jernel, quien investigó el accidente en la plataforma Ixtoc ocurrido en 1979 también en el golfo de México.
"Las personas usan las mismas barreras, sustancias de dispersión y medidas de protección que las aplicadas para Ixtoc", afirmó el experto en un artículo publicado en la revista británica "Nature". Entonces se derramaron al mar casi medio millón de toneladas de crudo, según la empresa mexicana Pemex.
"Debido a la política de información, en realidad nadie sabe cuánto petróleo fluyó al mar", criticó Gunnar Gerdts del centro en Helgoland del Instituto Alfred Wegener de Investigaciones Polares y Marinas. l estima que la cantidad de crudo que contaminó el agua y las playas tras el hundimiento de la plataforma "Deepwater Horizon" fue de entre 500.000 y un millón de toneladas.
En general, la naturaleza resiste ante la presencia de petróleo. Alrededor de la mitad del crudo en el mar se origina en fuentes naturales. Sin embargo, los microorganismos degradadores de petróleo no pueden adaptarse tan rápido a un vertido de grandes cantidades, como lo ocurrido tras un accidente.
"Además los microbios no pueden vivir sólo del petróleo, sino que también necesitan nutrientes del agua, para crecer y para degradar el petróleo", explicó Benjamin Van Mooy del Instituto Oceanográfico Woods Hole, en Estados Unidos. En la superficie los nutrientes son posiblemente escasos, en las zonas más profundas hay mayor disponibilidad. Además, la degradación depende del oxígeno y de la temperatura.
Algunos animales marinos ya sufrieron daños. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) registró en las costas del golfo de México 515 tortugas entre el 30 de abril y el 12 de julio, lo que es más que lo usual. Una parte se puede explicar con que la observación es más intensiva, pero no todo. Alrededor del 90 por ciento de las tortugas estaban muertas.
Además, 63 delfines quedaron varados en la zona, según la NOAA, de los cuales la mayoría también estaban muertos. Cinco ejemplares presentaban vestigios claros de petróleo en su piel. Sin embargo, tampoco en este caso está claró cuántos murieron como consecuencia directa de la marea negra. Debido a la escasa cantidad de datos de "Deepwater Horizon", los investigadores dependen de las experiencias de otras catástrofes petroleras.
Por el petróleo derramado tras el accidente de Ixtoc, se registró primero una reducción de las poblaciones de los camarones, los calamares y algunas especies de peces, indicó Jernel”v. Pero las existencias se recuperaron rápido, entre otros, por la escasa pesca en los años posteriores al incidente.
También tras el hundimiento de la plataforma de BP se prohibió la pesca en una gran región. "Las consecuencias a largo plazo de la catástrofe petrolera de 'Deepwater Horizon' siguen sin conocerse", indicó Jernel”v. En general los delfines, las ballenas y los peces pueden oler el petróleo y abandonar la región, dijo Gerdts, miembro del grupo de expertos en "consecuencias de accidentes con tóxicos" del Ministerio de Medio Ambiente de Alemania. "Pero cuando el crudo se divide y se distribuye en diferentes capas, tienen un problema".
Una parte del petróleo del mar puede alcanzar a largo plazo el lecho marino. "Y presumo que puede permanecer allí durante siglos, porque se transforma en asfalto". Pero verdaderamente problemático es el petróleo en la tierra. "El delta del Mississippi tiene una enorme superficie. No sabría cómo (limpiar el petróleo) si no es talando las zonas afectadas", dijo Gerdts. "Seguro que no tendrá sentido limpiar las plantas individualmente".
Particularmente problemático es esto también para las aves y los caimanes que entren en contacto con los restos pegajosos de petróleo. Jernel”v pidió un sistema de información público, en lo posible bajo la dirección del Programa de la ONU sobre Medio Ambiente, para aprender de las catástrofes petroleras.
Todavía son muchos los datos que quedan bajo llave. Tampoco su informe referido al accidente de la plataforma Ixtoc de 1979, que criticó a Pemex, fue publicado alguna vez por completo. En general también deben mejorarse las técnicas de seguridad, indicó Jernel”v. "El camino más efectivo para evitar daños es garantizar que ese tipo de accidentes no ocurran".