Molestia fue dada a conocer por Julio César Gálvez, quien leyó un comunicado en representación del resto de los ex presos de conciencia.
EFEMADRID.- Los 11 disidentes cubanos excarcelados y acogidos en España dijeron hoy, lunes, que se sienten "engañados" por el Gobierno español al no cumplir los compromisos que adquirió antes de que partieran de La Habana, entre ellos su asesoramiento legal y la entrega de ayudas para su manutención y alquiler de viviendas.
Julio César Gálvez, uno de los ex prisioneros, denunció su situación en una rueda de prensa celebrada a las puertas del Hostal "Welcome", en el madrileño barrio de Vallecas, donde los disidentes se encuentran alojados desde que comenzaron a llegar a España el pasado martes.
Acompañado de otro de estos disidentes, Ricardo González Alfonso, Gálvez leyó un comunicado en el que explicó que se sienten "engañados" por el Gobierno español, porque antes de subir al avión que les traería a España firmaron unos documentos a funcionarios de la Embajada hispana en Cuba donde aparecían unos compromisos que se han incumplido.
Señalaron que hasta ahora "sólo la Cruz Roja española" les ha ofrecido las ayudas que les prometió el Ejecutivo del Presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
El disidente cubano se quejó de que los ex presos llegados a España habían dejado de recibir asesoramiento legal y de no tener ayuda económica para alquilar una vivienda, como lo demuestra el hecho de que estén alojados en un hostal en el que los niños pequeños se ven obligados a compartir baño con personas que tienen "problemas de salud realmente serios".
Los ex presos anunciaron que en las próximas horas se reunirán con Agustín Santos, el jefe de gabinete de ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para hablar de su futuro inmediato.
Aunque Gálvez dijo que tras esta reunión analizará si acepta el ofrecimiento de trasladarse a Alicante, insistió en que su intención inicial es no ir "a ninguna parte" y quedarse en Madrid.
Puntualizó, no obstante, que, si le ponen en la calle, será "una vergüenza para el Gobierno español", porque él no pidió "venir a España".
Gálvez aprovechó su comparecencia ante la prensa para mostrar su pasaporte en el que se constata: "Permiso de salida definitivo".