BREST, Francia.- Cuatro españoles fueron detenidos en Francia con 125 kilos de percebes pescados ilegalmente, cuya carga fue devuelta al mar, en Brest.
El percebes, que se ha convertido en una delicia escasa en España donde se vende a 80 euros el kilo, es cada vez más buscado en Bretaña, entre la Pointe du Raz, en el extremo del Finisterre y Belli Ile, explicó el capitán Alain Raciné.
Estrictamente controlado para proteger la especie, la pesca de percebes en Francia que abre el 15 de septiembre, está solamente autorizada a profesionales del sector durante 100 días por año, con una cuota diaria de 120 kilos (3 kg por persona en el caso de la pesca recreativa).
Como ocurre cada año, los gendarmes de la brigada de vigilancia del litoral de Brest vigilan la costa desde hace varias semanas para detectar los equipos de pescadores furtivos que llegan con martillos y combinaciones de buzos e inclusive lanchas neumáticas para arrancar el crustáceo de las rocas sin respetar las cantidades límites impuestas.
Esta vigilancia permitió descubrir a los cuatro españoles en la Punta del Raz y encontrar en su coche 125 kilos de percebes, que equivalen a dos días de trabajo.
Los cuatro españoles fueron puestos en libertad y volvieron a España, indicó el capitán Raciné confirmando informaciones publicadas por la prensa local.
Pero serán citados por el tribunal correccional de Quimper que podría condenarlos a una multa de 22.500 euros.