LIMA.- El Presidente Alan García comienza mañana, miércoles, el último año de su mandato entre expectativas sobre políticas finales y las suspicacias de que el Mandatario tendrá un papel preponderante en los comicios de 2011.
Como es tradicional cada 28 de julio, día del aniversario nacional, García dirigirá al país el último mensaje presidencial de su gestión en el que se espera que haga un recuento y balance de los logros de su segundo Gobierno.
Desde ya García, quien dio un viraje al neoliberalismo respecto de su primera gestión (1985-1990), que sumió a Perú en la crisis económica e hiperinflación, se jacta de que en lo que va de su actual mandato se han ejecutado 130 mil obras públicas, que se ha logrado reducir la pobreza de 44,5% en el 2006 a 34,8% el 2009, y que la economía peruana muestra un robusto y saludable crecimiento.
Analistas políticos consideran que García aspira a un tercer mandato, por lo que buscará asumir en este su último año de gobierno un papel activo en el proceso electoral presidencial de 2011 para influir hacia un resultado que sea favorable a sus aspiraciones. La ley peruana le impide postularse el próximo año al estar prohibida la reelección inmediata.
"A él le interesa influir sobre el siguiente gobierno dado que no oculta sus intenciones de ser candidato el año 2016, entonces él quiere que la persona que ocupe Palacio (de gobierno) en los siguientes cinco años sea alguien que no lo vaya a perjudicar después", opinó el analista político y sociólogo Fernando Rospigliosi.
Los candidatos a la presidencia en 2011 con mayores posibilidades según los sondeos, son de momento el alcalde de Lima, Luis Castañeda, la hija del ex Presidente Alberto Fujimori, Keiko Sofía Fujimori -ambos representantes de la derecha, y favoritos de García, según observadores- así como el ex presidente Alejandro Toledo, y el líder opositor izquierdista del Partido Nacionalista Ollanta Humala.
"Va a tratar de favorecer a unos y perjudicar a otros, no se va a quedar con las manos cruzadas", aseguró Rospigliosi, al señalar que García tiene un encono personal contra Toledo, quien le ganó la presidencia en los comicios de 2001, y de quien temería investigaciones a los casos de corrupción que se destaparon en su Gobierno, y discrepa con el nacionalismo y proteccionismo que defiende Humala.
El propio García dijo en marzo de 2009 en una reunión con banqueros latinoamericanos, a los que aparentemente quiso dar tranquilidad de que el rumbo económico del país no sufriría un cambio el 2011, que él "sí puede evitar que sea presidente quien él no quiere".
El analista Fernando Tuesta Soldevilla señaló que las aspiraciones de García de un tercer Gobierno en 2016 nacen de su afán por trascender.
"Desde que llegó por segunda vez (a la presidencia), Alan García se mira a sí mismo como un personaje ya escrito en la historia", comentó Tuesta en una entrevista al sitio electrónico "Perú.com".
"Él quiere ser el que escriba la historia como el primer Presidente que llegaría por elecciones a un tercer gobierno", agregó.