NUEVA ORLEANS.- El estado norteamericano de Louisiana volvió a abrir extensas zonas de pesca, entre las que habían cerrado por el derrame petrolero en el Golfo de México, tras haber analizado mariscos y concluido que eran comestibles.
En colaboración con la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), el Departamento de la fauna, la flora y la pesca de Louisiana anunció que "la pesca comercial volverá a abrir para el pescado y los camarones en porciones de las aguas estatales al este del río Mississippi".
Otras zonas permanecen cerradas a la comunidad de pescadores de Louisiana, que ha resultado muy afectada por el cierre de las aguas estatales y federales ensuciadas por el crudo que se escapó de un pozo submarino averiado cerca de la costa.
El cierre fue ordenado para impedir que mariscos potencialmente contaminados por el petróleo sean capturados y servidos a clientes, pero el estado y la FDA afirmaron que "extensos análisis y resultados químicos" mostraron que "las muestras de pescado proveniente de las zonas previamente cerradas analizadas son sanas para el consumo".
La inspectora de la FDA Margaret Hamburg dijo que la agencia "confiaba en que todas las medidas necesarias habían sido tomadas para garantizar que los mariscos capturados en la aguas que reabren hoy no presentan peligro".
Dijo además que los pescadores de la zona habían recalcado la importancia de los dos aspectos: volver a trabajar, pero también garantizar "un compromiso real a favor de la protección de la salud de sus clientes".
Más de una tercera parte de las aguas federales de pesca del Golfo de México fueron cerradas a raíz de la marea negra. Una porción de ellas fue reabierta el 22 de julio, dejando 149.026 km cuadrados de aguas de pesca federales con acceso prohibido.