NUEVA DELHI.- El jefe del Gobierno de la Cachemira india, Omar Abdulá, pidió hoy al Ejecutivo indio un aumento de las fuerzas de seguridad desplegadas en ese Estado para afrontar la ola de violencia que ha causado 15 muertos en los últimos cuatro días.
"El Ministerio de Interior me ha asegurado que van a estudiar nuestra petición de aumentar las fuerzas para que tengamos un número adecuado", dijo en rueda de prensa Abdulá, tras reconocer que se necesita "claramente" disponer de más efectivos.
El primer ministro cachemir se reunió hoy en Delhi con el jefe del Gobierno indio, Manmohan Singh, y los titulares de las carteras de Interior, Finanzas, Exteriores y Defensa para estudiar la manera de "restaurar" la normalidad en su estado.
Abdulá calificó el problema cachemir como "un asunto político", pero fió nuevas medidas de resolución de ese conflicto a un previo retorno de la normalidad y el cese de la ola de protestas, y pidió a la población que deje "de tomarse la justicia por su mano".
También aseguró que las autoridades seguirán aplicando de forma estricta los toques de queda para controlar la situación, que, dijo, es "extremadamente difícil” pese a que las protestas son espontáneas "y no cuentan con la dirección de ningún líder ni grupo".
El principal grupo separatista de la región, cuyo líder, Syed Alí Geelani, fue liberado el pasado 31 de julio del arresto domiciliario impuesto el mes anterior, ha llamado a sus seguidores a nuevas protestas, con marchas hacia Srinagar y otras dos localidades desde el norte, sur y centro del Estado.
Poco antes de la reunión con Abdulá, el ministro indio de Interior, Palaniappan Chidambaram, admitió en el Parlamento que la situación es "grave" en la región, un enclave de mayoría musulmana que la India se disputa con Pakistán desde la independencia de ambos países, en 1947.
