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Jack Straw pone fin a 30 años de activa carrera política en Gran Bretaña

El ex ministro de Asuntos Exteriores y del Interior entre 1997 y 2006, fue una figura clave en acontecimientos como la invasión de Irak o la decisión de permitir que viajara a Chile el general Augusto Pinochet.

06 de Agosto de 2010 | 12:55 | EFE
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Bloomberg

LONDRES.- Jack Straw, uno de los hombres más importantes de los gobiernos laboristas de Tony Blair, anunció hoy que en octubre próximo pondrá fin a 30 años en la primera línea de la política del Reino Unido, para dedicar más tiempo a sus votantes y escribir un libro de memorias que promete ser interesante.


Straw, de 64 años, fue ministro de Asuntos Exteriores y del Interior entre 1997 y 2006, y fue una figura clave en acontecimientos como la invasión de Irak o la decisión de permitir que viajara a Chile el fallecido general Augusto Pinochet, pese a que España había pedido al Reino Unido su extradición por cargos de genocidio y tortura.


El veterano político explicó que dejará el cargo de responsable de Justicia del Partido Laborista, en la oposición tras la derrota electoral del pasado 6 de mayo, una vez que se encuentre a un sustituto.


Straw recordó que fue elegido por primera vez para ocupar cargos de alta responsabilidad en el Partido Laborista en 1980 y que en 1987 entró a formar parte del denominado "Gobierno en la sombra", la figura con la que el partido en la oposición controla al Gobierno en el Reino Unido.


Considerado uno de los grandes supervivientes de la política moderna de este país, Straw forma parte del selecto grupo de personas que ha estado presente en todos los gabinetes laboristas entre 1997 y 2010, tanto con Blair como con Gordon Brown.


Fue el primer ministro del Interior de Blair en 1997 y el elegido para sustituir, tras las elecciones de 2001, a Robin Cook como secretario del Foreign Office, desde donde desempeñó un rol vital para que el Reino Unido respaldara a Estados Unidos en la invasión de Irak.


En enero compareció ante la comisión que investiga la guerra en ese país y describió la decisión de apoyar el derrocamiento por la fuerza del entonces Presidente iraquí, Sadam Husein, como "la más difícil" de su carrera y como "un dilema profundamente complicado moral y políticamente".


Straw admitió además que fue "un error" afirmar que Husein tenía la capacidad de ordenar el lanzamiento de un ataque químico en 45 minutos, y constató que ese fallo ha "perseguido desde entonces" a los miembros de gobiernos implicados.


El ex ministro antepuso la dificultad de esa decisión a otra que marcó su carrera: la de poner en libertad a Pinochet y permitir su regreso a Chile, pese a que era reclamado por la justicia española en relación con los crímenes cometidos durante el régimen militar.


Pinochet fue detenido en 1998 en Londres por una orden de extradición cursada por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, para ser interrogado por la desaparición de varios españoles en Chile.


En varias ocasiones, Straw argumentó que su decisión respondió a que tenía que actuar de forma "justa y dentro de la ley", y que era consciente de la "gravedad" de los cargos de violación de los derechos humanos cometidos entre 1973 y 1990.


Pocas horas después que Pinochet aterrizara en Chile y demostrara que estaba lúcido y en condiciones de caminar por sus propios medios, el entonces ministro del Interior compareció ante el Parlamento británico y dijo: "Soy consciente de las consecuencias prácticas de denegar la extradición del senador Pinochet a España y que probablemente no podrá ser juzgado en ninguna parte".


Tras la muerte de Pinochet, en diciembre de 2006, Straw expresó su confianza "en que la muerte del general signifique que la población chilena pueda avanzar y dejar atrás el legado de esos terribles años".


En el tramo final de la administración de Blair, en 2006, Straw fue nombrado líder de la Cámara de los Comunes -un cargo con rango de ministro para coordinar el trabajo del Gobierno y el Parlamento-, y un año después asumió la dirección de la campaña para convertir a Gordon Brown en nuevo líder del Partido Laborista.