MOSCÚ.- El Ministerio de Sanidad de Uzbekistán negó hoy que en ese país de Asia Central se practique la esterilización forzosa de mujeres, como denuncian grupos defensores de los derechos humanos.
"La contracepción química en Uzbekistán se realiza de forma voluntaria, tras consultar con un especialista y obtener el consentimiento por escrito de ambos cónyuges. Los rumores sobre la esterilización forzosa de mujeres carecen de todo fundamento", aseguró el ministerio en un comunicado.
Por el contrario, organizaciones de derechos humanos denuncian a través de la prensa occidental que el régimen del autoritario presidente uzbeko, Islám Karímov, practica la "esterilización forzosa de mujeres con métodos quirúrgicos sin su conocimiento ni consentimiento".
Según la nota ministerial, "la contracepción química se aplica exclusivamente por recomendación médica a las mujeres que, por su estado de salud, tienen contraindicado el embarazo o no pueden recurrir a otros métodos de contracepción", informó la agencia rusa Interfax.
El departamento añadió que dentro de la campaña para la protección de la maternidad y la infancia en el país se adoptan medidas para reducir los abortos, cuyo número entre 1991 y 2009 ha disminuido en cinco veces.
La nota indica que el número de mujeres uzbekas que utilizan unos u otros métodos anticonceptivos se incrementó en el país del 13% en 1991 al 67% en la actualidad, siendo la difusión de estos medios del 69% en el campo y del 66% en la ciudad.
Mientras, el Grupo de Expertos (GE), un equipo de analistas con sede en la capital uzbeka, Tashkent, denunció irregularidades en la aplicación de la "contracepción química voluntaria" (CQV), autorizada por el Ministerio de Sanidad el pasado 15 de febrero.
"Los médicos son obligados a encontrar candidatas para la esterilización a las que deben convencer de que renuncien a tener hijos en el futuro, (...) y a las se intenta persuadir de que no revelen la operación a su marido y suegra", indican los expertos.
Según el GE, la esterilización como método de control de la natalidad ya se empleó en Uzbekistán entre 1999 y 2003, pero estas prácticas fueron posteriormente suspendidas, debido a las críticas de la prensa y el rechazo en la sociedad.
Los expertos señalan que algunas autoridades regionales, al difundir el decreto ministerial sobre las reglas de aplicación de la CQV, lo acompañaron con normas propias ilegales llamadas a limitar la natalidad.
Así, en la región de Karakalpak se impuso una norma según la cual "cada médico de cabecera responsable de la salud de las mujeres en edad fértil tiene la obligación de convencer cada mes a dos mujeres a que acepten la CQV de forma que no se enteren su marido y suegra.
"Los analistas subrayan que "los médicos son sometidos a serias presiones" y pueden “perder el trabajo” si incumplen esa normativa arbitraria, según el diario opositor uzbeko con sede en Rusia, UzNews.ru.
El grupo defensor de los derechos humanos uzbeko Nazhot denunció, por su parte, que en la región de Jorezm los hospitales y clínicas falsificaban los resultados de los chequeos médicos de las mujeres y les diagnosticaban enfermedades que justificaran la aplicación necesaria de la esterilización.
Una investigación realizada en 2005 por expertos del Instituto británico de Guerra y Paz (IWPR) reveló que en la región uzbeka de Andiyán los médicos extirpaban en secreto la matriz a mujeres jóvenes durante operaciones de cesárea y complicaciones de parto.
Según las autoridades uzbekas, la población de ese país aumenta cada año en unas 500.000 personas y a principios de 2010 era de 28 millones de habitantes, aunque algunos expertos opinan que la cifra real es considerablemente superior.
Grupos opositores uzbekos sostienen que el Gobierno de Karímov desea ocultar los datos reales a la comunidad internacional y por esa razón elude censar a la población, cuando el último padrón se llevó a cabo aún en tiempos de la URSS, en 1989.
