BUENOS AIRES.- Los bomberos hallaron esta mañana el cadáver de un joven de 18 años entre los escombros del gimnasio de dos pisos que colapsó en la zona norte de Buenos Aires, con lo que llegó a tres el número de víctimas mortales del accidente, que además causó 11 heridos.
El descubrimiento de los restos de Maximiliano Salgado puso fin a la angustiosa vigilia que llevaban a cabo familiares y amigos del joven en las cercanías del recinto, que se derrumbó en la noche del lunes, presuntamente por la excavación de una construcción cercana.
Salgado era uno de los tres hombres desaparecidos en el accidente y los otros dos, uno de 37 años y el otro de 23, también habían sido hallados muertos el martes por el grupo de 200 bomberos y expertos que trabajó en la remoción de escombros.
El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, ha acusado del derrumbe a los responsables de la construcción de un edificio de departamentos de 10 pisos vecino al gimnasio, que además contaba con dos locales comerciales.
El ingeniero jefe de esta construcción, Guillermo Hecaya, inició una excavación "sin respetar en nada los planos que habían sido aprobados", aseguró el edil al anunciar el martes que el municipio de Buenos Aires se presentará como querellante en las actuaciones judiciales del caso.
Hecaya sostiene que cumplió con todas las normativas, mientras que el sindicato Unión Obrera de la Construcción denunció que en junio pasado había presentado una nota al municipio en la que advertía de la falta de apuntalamiento del muro medianero mientras se llevaba a cabo la excavación para el nuevo edificio.
"Los bomberos me trajeron a la vida otra vez porque creía que no salía de ahí: la situación era bastante asfixiante", declaró el dueño del gimnasio, Pablo Galli, al indicar que "por suerte” pudo usar su teléfono móvil para pedir auxilio.
"Empezaron a caer los balcones, los vidrios empezaron a explotar. No pude hacer nada, quedé en el piso, con la frente apoyada en una piedra y el techo sobre mi cabeza", recordó Galli.