PARÍS.- El primer ministro francés, François Fillon, expresó su oposición a la apertura de centros de consumo de sustancias ilícitas bajo supervisión médica, comparables a los que ya existen en ocho países del mundo, un tema que divide al gobierno de Francia.
Ocho países, entre los que se encuentran España, Luxemburgo, Suiza, Alemania y Holanda, ya tienen centros de ese tipo que algunos de sus detractores llaman "narcosalas".
"Nuestra prioridad es reducir el consumo de droga, no acompañarlo y mucho menos organizarlo", indicaron en la tarde del miércoles los servicios de Fillon.
El primer ministro respondió así a la ministra francesa de Salud, Roselyne Bachelot, quien había propuesto abrir "centros de consumo supervisados", en el marco de una "política de reducción de los riesgos" debidos a las drogas ilícitas.
Bachelot aclaró que, en dichos centros, estaría "prohibida cualquier tipo de venta".
Según el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM), 60% de los consumidores de drogas en Francia son portadores de hepatitis C y urge "adaptar la política de reducción de riesgos" como el uso de jeringas contaminadas por varias personas al consumir drogas ilícitas.