El Presidente y su helado.
REUTERSPANAMA CITY.- El Presidente estadounidense, Barack Obama, y su familia culminaron hoy un viaje a Florida para mostrar su apoyo al turismo en una región afectada por el derrame de crudo en el Golfo de México.
La familia presidencial pasó dos días en el balneario de Panamá City, sobre aguas del Golfo, donde Obama y su hija Sasha tomaron baños de mar para transmitir tranquilidad a los turistas pese al enorme derrame.
En la nublada mañana de hoy, Obama, su esposa Michelle y Sasha pasearon en una lancha de 15 metros de la Marina por la Bahía de St. Andrews, frente a Panamá City, e incluso tuvieron ocasión de ver una marsopa a poca distancia de la embarcación. La hija mayor, Maya, no viajó con la familia pues se encuentra en un campamento de verano.
Luego del paseo, los Obama se dirigieron al avión presidencial para regresar a Washington, aunque de camino se detuvieron para tomar un helado. El Presidente escogió uno de menta con chips de chocolate.
La visita de los Obama a la costa de Florida se produjo luego del anuncio de que la petrolera británica BP, responsable del derrame de crudo, logró tapar el pozo dañado y que se apresta a culminar los trabajos para sellarlo en forma definitiva.
Ayer, en un encuentro con autoridades y empresarios locales, Obama afirmó que pese a que "el petróleo ya no fluye en el Golfo, (...) nuestro trabajo no terminó, y no nos iremos a ninguna parte hasta que no esté terminado".
