ISLAMABAD.- Al menos 42 personas murieron hoy en actos de violencia ocurridos en el noroeste de Pakistán, 37 de ellas en atentados adjudicados a rebeldes islámicos.
En el peor de esos hechos, 26 personas fallecieron en un ataque suicida contra una mezquita en Waziristán del Sur, región paquistaní en la frontera con Afganistán.
En esa zona son frecuentes los enfrentamientos entre el ejército y milicianos rebeldes.
Según las fuentes de los servicios de inteligencia paquistaníes, el ataque fue "aparentemente conducido por un kamikaze", cuyo objetivo era el maulana Noor Mohammad, un religioso pro-gubernamental que falleció por la explosión.
El atentado fue cometido en el bazar de Wana, ciudad de Waziristán del Sur, bastión de los talibanes.
Según la reconstrucción provista por fuentes de seguridad, la explosión se registró en la mezquita donde Noor Muhammed estaba realizando una plegaria por el ayuno del Ramadán.
Además de las víctimas mortales, el ataque causó varios heridos, tres de ellos en condiciones graves.
Noor Mohammed era un ex parlamentario local del partido islámico pro-gubernamental Jamiat Ulema-e-Islam (Asamblea de Clérigos Islámicos), que apoya el diálogo entre los movimientos rebeldes armados e Islamabad.S
egún fuentes locales, el ulema había criticado la presencia de la red Al Qaeda y de milicianos uzbekos aliados al grupo local Tehrik-e-Taleban Pakistan.
Pocas horas antes, en la región de Kurram, en una escuela de la provincia de las Areas Tribales bajo Administración Federal, también cerca de la frontera con Afganistán, ocho participantes de una "jirga" (asamblea de jefes) reunida para disolver una disputa local murieron por la explosión de una bomba accionada a distancia.
Otras personas resultaron heridas en el ataque, pero el número no fue precisado en un primer momento.
Kurram es conocida como un área sin presencia importante de milicianos rebeldes.
Además, tres hombres murieron hoy por la explosión de una bomba en el bazar Matni, en un mercado de Peshawar, el tercer atentado de la jornada en el noroeste de Pakistán, golpeado desde hace varias semanas por las peores inundaciones de su historia.
Las fuentes dijeron que las víctimas formaban parte de una milicia anti-talibán.
Por su parte, un avión no tripulado estadounidense bombardeó una vivienda cercana a Miranshah, bastión de rebeldes ligados a los talibanes y a Al Qaeda, y mató a cinco personas que las autoridades calificaron como rebeldes.
