PARÍS.- Francia se encuentra inmerso en una ola de críticas internacionales por la masiva repatriación que el Gobierno galo ha realizado de los inmigrantes gitanos desde su suelo.
El propio Gobierno ha reconocido que más de 8 mil rumanos y búlgaros indocumentados han abandonado el país por su voluntad, mientras que existe un amplio número (1.291) que fueron obligados a dejar Francia por la fuerza.
Nicolás Sarkozy envió una carta a la Unión Europa (UE) para que el organismo obligue al Gobierno rumano a frenar el flujo de gitanos que abandona su país.
Incluso, amenazó con bloquear el Acuerdo de Schengen, que tiene por objetivo finalizar con los controles fronterizos dentro de la zona y armonizar los controles externos, para prohibir la entrada de gitanos a Francia.
Por su parte, la Comisión Europea le solicitó al Gobierno de Francia que invitara a todos los países de la UE a participar de la reunión informal de ministros encargados de Inmigración, que se realizará el 6 de septiembre en París para tratar el tema del tránsito de los gitanos por Europa.
La comisaria europea de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, Viviane Reding, criticó el tono de las declaraciones emitidas por algunas naciones comunitarias.
“Lamento que en las últimas semanas en algunos países comunitarios se haya utilizado un lenguaje abiertamente discriminatorio y parcialmente inflamatorio para referirse a los gitanos”, recalcó.
Sin embargo, la comisaria reconoció que quienes violan la ley “deben afrontar las consecuencias,” aunque “es igualmente claro que nadie debe ser expulsado solo por ser romaní.