BERLÍN.- La gira que la Canciller, Angela Merkel, realiza por Alemania para conocer las necesidades y el funcionamiento de la red energética de Alemania se vio hoy acompañada por las protestas de activistas ecologistas contrarios a una prolongación de la vida de las plantas nucleares.
Docenas de manifestantes con numerosos tractores recibieron a Merkel a la entrada de la central nuclear de Lingen, en el norteño estado de la Baja Sajonia, cuando se disponía a visitarlo acompañada por su ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, y el presidente del consorcio energético RWE, Jürgen Grossmann.
La policía local señaló que ya antes de la llegada de Merkel un grupo de miembros de la organización ecologista Greenpeace consiguió proyectar en enormes letras sobre la torre de refrigeración de la planta nuclear el mensaje: "La energía nuclear es la vía errónea, señora Merkel".
Los activistas expresaron su rechazo a las reflexiones de la coalición cristianodemócrata-liberal que lidera Merkel sobre la posibilidad de alargar la vida de las centrales nucleares a cambio de nuevos impuestos a las empresas energéticas para garantizar el suministro de electricidad.
La visita a la central nuclear de Lingen es la cuarta etapa de la gira de Merkel para conocer la realidad energética del país con vistas al nuevo concepto sobre la combinación de las distintas energías que su gobierno quiere aprobar a finales de setiembre.
A lo largo de la jornada Merkel visitará también una moderna planta térmica de gas en el mismo lugar, una central bioenergética en Emsbüren y una planta térmica de carbón en la localidad de Lünen, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia.
Mientras tanto, el ministro alemán de Economía, el liberal Rainer Brüderle, ha expresado su rechazo a la iniciativa de sus socios cristianodemócratas de gravar a las empresas propietarias de plantas nucleares con un impuesto suplementario a la ya prevista tasa que se aplicará al combustible nuclear.
"No deberíamos dar el segundo paso antes de haber dado el primero", afirma Brüderle en declaraciones que publica hoy el rotativo "Bild", quien advirtió de que "la energía no debe convertirse en un producto de lujo".
Por su parte, su colega de Medio Ambiente, el cristianodemócrata Norbert Röttgen, señaló anoche en declaraciones televisivas que los ingresos por la nueva tasa al combustible nuclear serán usados para consolidar los presupuestos alemanes y reducir la deuda, pero también para sanear el depósito de residuos atómicos de Assen.
La oposición socialdemócrata y verde, entre tanto, ha criticado los planes energéticos del Gobierno alemán por anticonstitucionales, así como el actual viaje de Merkel para informarse sobre el funcionamiento de ese sector industrial que considera "un puro espectáculo".
