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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 01:32
LONDRES.- Cientos de musulmanes radicalizados en prisiones británicas podrían desencadenar una "nueva ola" de terrorismo interno con ataques suicidas individuales difíciles de prever, advirtió este viernes un prestigioso grupo de estudios.
Unos 800 "radicales potencialmente violentos" podrían abandonar el sistema penitenciario en los próximos años tras haber sido exitosamente captados por 'yihadistas' en cárceles de alta seguridad, afirma un informe del Royal United Services Institute (RUSI).
Estos individuos fuertemente motivados pero escasamente entrenados podrían ser enviados a probar suerte en solitario en momentos en que los terroristas abandonan sus ataques coordinados a gran escala, indicó el centro de estudios.
Agregó que Gran Bretaña es, de todos los países de Occidente, el más expuesto a este terrorismo interior y el que reúne más condiciones para que se lleven a cabo acciones de este tipo en cualquier momento.
"Las autoridades penitenciarias consideran que la radicalización se lleva a cabo a gran velocidad", señala el informe titulado "Terrorismo: la nueva ola".
"Quizás unos 800 radicales potencialmente violentos que no eran previamente culpables de terrorismo regresarán a la sociedad en los 5 ó 10 próximos años", agregó.
Las autoridades penitenciarias creen que uno de cada 10 presos musulmanes en prisiones de alta seguridad se radicalizará.
Los métodos de ataque están motivados por la emergencia de nuevos líderes de Al Qaida, como el clérigo Anwar Al Awlaki, que están buscando maneras de organizar acciones más difíciles de detectar por los servicios de seguridad, señaló el estudio.
Awlaki, nacido en Estados Unidos y afincado en Yemen, ha sido acusado de inspirar ataques llevados a cabo recientemente por individuos aislados, como el tiroteo mortal de noviembre de 2009 en una base militar de Texas o el intento fallido de atentado en un avión que iba a Detroit el día de Navidad.
La nueva cantera terrorista capaz de atacar en el Reino Unido recibiría "poco entrenamiento y pocos recursos, lo que aumentaría la dificultad para la policía y los servicios de inteligencia de localizarlos e interceptarlos", estimó RUSI.
"Están reunidas todas las condiciones para una serie de ataques que puede comenzar en cualquier momento", concluye el informe.
El 7 de julio de 2005, cuatro atentados suicidas contra la red de transporte público de Londres dejó 52 muertos, además de los kamikazes. Desde entonces, otros proyectos de atentado han sido desbaratados en el Reino Unido.
