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Fiscalía general de México asume investigación de masacre de indocumentados

Las autoridades mexicanas informaron hasta ahora que han sido identificados 31 de los 72 inmigrantes,

28 de Agosto de 2010 | 23:26 | DPA

CIUDAD DE MÉXICO- La Procuraduría General de México atraerá bajo su jurisdicción exclusiva la investigación de la matanza de 72 inmigrantes indocumentados centroamericanos y sudamericanos ocurrida en México, informó hoy un portavoz oficial.

El vocero de Seguridad del presidente Felipe Calderón, Alejandro Poiré, señaló en un encuentro con medios extranjeros que la decisión se tomó "por la propia naturaleza del caso y a fin de tener todos los elementos para garantizar que se pueda llevar a cabo la investigación en el contexto de la delincuencia organizada".

"El ministerio público federal, a través de la Procuraduría General de la República, ha decidido atraer la investigación, cosa que se hará en las próximas horas", manifestó.

La fiscalía federal y la procuraduría de Justicia del estado de Tamaulipas trabajaron en conjunto en las primeras indagaciones y en las labores periciales para identificar a las víctimas.

Las autoridades mexicanas informaron hasta ahora que han sido identificados 31 de los 72 inmigrantes, gracias a que portaban algún tipo de documento. De ellos, 14 son hondureños, 12 salvadoreños, cuatro guatemaltecos y uno brasileño.

Además, el fiscal general de Ecuador, Washington Pesátez, declaró en Quito que hay seis ecuatorianos entre las víctimas.

Los inmigrantes iban en un camión hacia la frontera con Estados Unidos, con la meta de cruzar hacia ese país, cuando fueron interceptados en Tamaulipas por personas armadas, presumiblemente el sábado.

Según el único sobreviviente, un ecuatoriano de 18 años, supuestos miembros del cártel de Los Zetas, ex brazo armado del cártel del Golfo, primero trataron de sacarles dinero y después les exigieron trabajar para ellos, pero como se negaron los mataron.

Los cadáveres se descubrieron el martes en un rancho cercano a la comunidad de San Fernando, a unos 160 kilómetros de la frontera.

El ecuatoriano, que sufrió lesiones de bala y se hizo pasar por muerto, caminó unos 15 kilómetros hasta un puesto de control carretero, donde pidió ayuda y denunció a infantes de Marina lo que había pasado.