CANCÚN.- Seis mujeres y dos hombres murieron hoy en un bar ubicado en las afueras del balneario mexicano de Cancún, luego que un atentado con bombas molotov provocaran que el local se incendiara.
Así lo informó el procurador de Justicia de Quintana Roo, Francisco Alor Quezada, indicando que los datos preliminares indican que un grupo de al menos seis sicarios llegó al bar Castillo del Mar una hora después de la medianoche y lanzó el ataque.
Se desconoce por ahora si las ocho personas fallecieron a causa del incendio o por otros motivos y tampoco se sabe sus identidades, aunque algunas fuentes afirman que las seis mujeres eran trabajadoras del lugar, mientras que los dos hombres eran clientes del bar.
Asimismo, se precisó que seis de las víctimas murieron en el lugar de los hechos, mientras que las restantes fallecieron en los hospitales General de la ciudad e Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En el momento del ataque en el bar había numerosos clientes y personal, algunos de los cuales lograron escapar del incendio.
"Este bar ya había sido señalado (amenazado) en varias ocasiones, lo lamentable es la pérdida de vidas. Debe haber un móvil bastante fuerte para haber realizado esta acción", expresó Alor.
La zona norte del estado de Quintana Roo, donde se encuentra Cancún, la ciudad más turística del Caribe mexicano, se la disputan desde hace meses varias bandas rivales, incluidas Los Zetas y el cártel del Golfo.
Los criminales tratan de ganar el control de una zona de alto ingreso en comparación con otros puntos de México, generado por la gran presencia turística a nivel nacional y extranjera.
El hecho violento más reciente registrado en esta zona fue el hallazgo el pasado 18 de junio de 12 cadáveres en lagunas subterráneas, localizados cerca de Cancún.
A principios de mayo, en otro cementerio clandestino próximo al balneario, fueron hallados los cadáveres de tres personas con señales de tortura.
Ese sitio fue descubierto gracias a los gritos de auxilio de una mujer que había sido lanzada al foso por sus captores, quienes la creyeron muerta.