CHARLOTTE.- La costa de Carolina del Norte se salvó del peligroso huracán "Earl" que afectó débilmente al estado, que hoy respira con alivio al comprobar que los daños fueron menores.
"Será un hermoso fin de semana del Día del Trabajo en Carolina del Norte. Por la mayor parte, parece que esquivamos una bala. Todo vuelve a la normalidad", afirmó la gobernadora Beverly Perdue.
Según Perdue, los equipos de emergencia comenzaron las tareas de evaluación en las zonas que recibieron vientos de hasta 265 kilómetros por hora y fuertes olas que causaron inundaciones en algunas carreteras de las islas Ocracoke y el cabo Hatteras.
El puente que conecta con Hatteras todavía se mantiene cerrado, en tanto los trabajadores remueven las bolsas de arena colocadas en la interestatal 12, que sufrió algunos daños por el agua que trajo el ciclón.
Asimismo, las autoridades destacaron que la mayoría de las playas del estado están abiertas y listas para que regresen los turistas y disfruten de unos días de sol.
"Los residentes y veraneantes acataron con calma las órdenes de evacuación y todo parece que salió de acuerdo a los planeado. Fue una buena práctica para esta temporada de huracanes muy activa", agregó el director de la Administración de Emergencias, Doug Hoell.
La mayoría de las rutas de los transbordadores que prestan servicios a las islas cercanas a la costa ha comenzaron a funcionar.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) informó que Earl produjo "poco oleaje" y que se debilitó al pasar por la costa de Carolina del Norte, llegando a categoría 2.
Los efectos de "Earl" en Carolina del Norte se reducen a daños menores en un hotel de Atlantic Beach y la interrupción del suministro eléctrico en cientos de casas, el cual fue restaurado inmediatamente.
Sin embargo, Perdue instó a los visitantes y residentes a ser "cautelosos" al recorrer las zonas que impactó el huracán, y a estar pendientes de posibles escombros y líneas de electricidad caídas.
El CNH de EE.UU. indicó además que "Earl" perdió intensidad al bajar sus vientos máximos sostenidos a 140 kilómetros por hora en su camino hacia el sureste de Nueva Inglaterra, por lo que ahora es un ciclón de categoría uno."