WELLINGTON.- La ciudad neozelandesa de Christchurch sufrió hoy domingo réplicas del terremoto del sábado, mientras sus residentes enfrentan un pronóstico de mal tiempo, con viento y lluvias.
Funcionarios de defensa civil instaron a quienes están capacitados para realizar reparaciones temporales a sus casas dañadas a actuar con rapidez, ya que el viento podría dificultarlo luego.
Muchos en la ciudad pasaron la noche sin dormir. Los sismólogos registraron 20 réplicas en 12 horas, la mayor de una magnitud de 5,1 en la escala de Richter.
Unas 250 personas pasaron la noche en centros habilitados para personas cuyas viviendas resultaron destruidas por el terremoto, que fue el más devastador en 90 años en Nueva Zelanda.
Una familia de ocho niños en la localidad rural de Darfield, que fue el epicentro del fenómeno, pasó la noche bajo su mesa de comer por temor a las réplicas, indicó la radio New Zealand. Funcionarios creen que más de 500 locales comerciales en Christchurch resultaron dañados por el terremoto.
Esto incluye 90 edificaciones en el céntrico distrito comercial, donde se impuso el toque de queda nocturno debido al peligro por la caída de mampostería y vidrio.
Unos 8.000 habitantes de departamentos del centro de la ciudad fueron autorizados a permanecer en sus viviendas. La policía, que acordonó el centro, indicó que arrestó a varias personas que intentaban ingresar en el área, aparentemente para saquear tiendas y negocios durante la noche.
Se espera que el estado de emergencia se mantenga varios días en la ciudad de 400.000 habitantes.
Un funcionario de los equipos de emergencia instó a la gente a permanecer en sus casas y no realizar traslados innecesarios.
Agregó que aquellos que se quedaron sin casa deben pedir ayuda a amigos o parientes por al menos las próximas 24 a 48 horas y posiblemente más.