BRASILIA.- La capital federal brasileña, Brasilia, y otros 14 estados de la federación están hoy bajo estado de emergencia ambiental, a raíz de los incendios forestales que se propagan por la grave sequía que azota gran parte del país.
Según confirmó hoy el Ministerio de Medio Ambiente, el decreto firmado el lunes pasado permite a las autoridades de las regiones afectadas prescindir de licitación para contratar equipos para combatir los focos de incendio que llegan a 1.178 en todo el país, según un informe divulgado este martes por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), en base a informaciones cosechadas por satélites.
El estudio revela que la situación es especialmente grave en los estados centrooccidentales de Goiás, Tocantins y Mato Grosso, en el distrito federal de Brasilia, y también en Minas Gerais, Bahía y Sao Paulo.
Según el coordinador del Programa de Monitoreo de Roces del INPE, Alberto Setzer, en lo que va del año han sido registrados más de 50.000 focos de incendio forestal en Brasil, el mayor número entre los 18 países monitoreados diariamente por el organismo.
Setzer afirmó que, tan sólo en agosto pasado, han sido detectados en Brasil 28.608 puntos de fuego, un número que representa más que el cuádruple del total registrado en el mismo mes del año pasado.
"Aunque esos números son significativos, en 2007 enfrentamos una situación hasta peor, con 59.915 focos de incendios entre los meses de enero y agosto", dijo el experto, quien afirmó que, aunque el clima seco favorece la propagación del fuego y dificulta su combate, "el mayor villano es el hombre".
El representante del INPE dijo que los agricultores brasileños siguen recurriendo al fuego para limpiar el terreno antes de sembrar sus cultivos o convertirlo en pastura para ganado, así como para destruir los pies de caña de azúcar después de la cosecha.
Los incendios también afectaron reservas ambientales, entre ellas la sierra de la Canastra, en Minas Gerais, y la isla de Bananal, en el estado de Tocantins.