PARIS.- La Asamblea Nacional aprobó el miércoles, a pesar de fuertes protestas, un amplio plan de reforma de jubilaciones que incluye la medida controversial de elevar la edad del retiro de los 60 a los 62 años.
La Cámara Baja aprobó el paquete por 329 votos contra 233 y lo envió al Senado. La votación siguió a una agitada sesión que duró toda la noche en torno a uno de los pilares del programa de gobierno del presidente conservador Nicolás Sarkozy y una de las medidas a la que más se oponen los poderosos sindicatos.
De aprobarse la ley, Francia se sumaría a otros países de la Unión Europea que aplazan la edad jubilaciones para sanear un sistema de pensiones altamente deficitario.
Se daba por sentada la aprobación del proyecto porque Sarkozy y sus aliados tienen amplia mayoría en la asamblea.
Pero la oposición izquierdista, alentada por las manifestaciones multitudinarias de la semana pasada, convocó a grandes movilizaciones a medida que se acercaba la hora de la votación.
El miércoles, cientos de manifestantes con pancartas se concentraron en la Plaza de la Concordia, al otro lado del Sena del Parlamento, para exigir que el gobierno anule el plan.
En el recinto, el presidente de la asamblea Bernard Accoyer puso fin a la sesión tras una noche entera de agitados debates y acusó a los detractores de emplear maniobras dilatorias. Los socialistas respondieron exigiéndole a gritos su renuncia.
La disposición central y más controvertida del proyecto aplaza la de edad del retiro hasta los 62 años para hacerse acreedor a la jubilación estatal completa.
Aún en ese caso, la edad del retiro en Francia sería una de las menores entre los países desarrollados.
Alemania recientemente elevó la suya de 65 a 67 años, y Estados Unidos la está elevando gradualmente a los 67.
Los grandes sindicatos han convocado a una huelga por tiempo indeterminado a partir del 23 de septiembre en oposición a la medida.
